¿Es actual el texto Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión de Víctor Serge? Es una interesante pregunta que hacerse. Repasemos antes un poco la obra (que puedes leer aquí o aquí).
Imagen simbólica de la represión retorcida y manipulada por violencia física y económica de EE.UU. sobre Latinoamérica: un participante de una guarimba (protesta aparentemente espontánea que cierra una calle) en Venezuela, especie de cosplay grotesco del Capitán América. Este superhéroe de la Marvel representa a un soldado yanqui manipulado experimentalmente por el gobierno de EE.UU. para combatir en el mundo contra "los enemigos del 'mundo libre' y hacer justicia". En este caso se trata de manipulación mental de un soldadito de Venezuela, dispuesto a matar a su hermano.
En este texto, del año 1925, de no muy larga extensión, el escritor y participante activo de la Revolución de Octubre, Serge, realiza un estudio preciso del sistema de represión de la Ojrana, el cuerpo de policía secreta del régimen zarista. Serge vivió en persona la revolución bolchevique y tuvo ocasión de investigar -una vez liberado el pueblo ruso- en los archivos de la policía zarista.
Esto le hizo posible el acceso a los entresijos de los métodos policíacos contrarrevolucionarios en su mismísima fuente, y por tanto desentrañar los secretos del provocador (el agente que usa un método ideado para perseguir y frenar los actos revolucionarios). Resulta apasionante y a la vez escalofriante repasar las primeras partes del libro, en los que se detallan las infamias que la policía realizaba para destruir las vidas de miles de personas en su afán de frenar el proceso revolucionario.
El texto desarrolla además, al estilo de un manual, diversos aspectos sobre los problemas en la vida cotidiana del militante comunista revolucionario, sobre la ilegalidad y la acción legal. Este libro es, como dice el propio Serge, una aproximación a la “ciencia de las luchas revolucionarias que los rusos adquirieron en medio siglo de inmensos esfuerzos y de sacrificios”.
Participantes de guarimbas y tranques en países hermanos de Latinoamérica. Se observan armas de fabricación casera capaces de herir y asesinar a policía bien equipada. Otra característica habitual es el uso de iconos pop que caricaturizan y banalizan la protesta popular, como la inevitable máscara de V de Vendetta, de Alan Moore.
Entonces ¿es el texto una lectura que podemos aplicar a la actualidad?
Es posible hacer una interpretación totalmente actual del texto e incluso podría decirse que, observando ciertos conflictos de nuestros días y comparándolos con el pasado, su lectura se antoja necesaria. Aunque haya sido escrito como un manual de batalla para los años veinte en la Rusia posterior a la revolución, el análisis metódico de los sistemas de represión es perfectamente adecuado para nuestros días, así como el análisis que en el texto se hace del liberalismo.
Se aprecian dos mensajes fundamentales en la lectura. Primero, Serge desenmascara el poder represor del Estado. En la democracia capitalista -como hemos visto en lecturas anteriores como El Estado y la Revolución-, el Estado es una herramienta usada por la burguesía para reprimir los avances de los trabajadores, que no tiene más remedio que decidir entre la insurrección o el sometimiento:
"La legalidad, por lo demás, tiene, en las democracias capitalistas más 'avanzadas', límites que el proletariado no puede respetar sin condenarse a la derrota."
El uso del mercado ilegal de la droga es una de las maneras empleadas para desestabilizar o controlar economías de países enteros. En Colombia, donde tienen una amarga experiencia en este sentido, los asesinatos de líderes obreros son el pan de cada día, pese a que los medios occidentales no los reflejan (la noticia de la imagen es de ayer).
Y segundo, revela además que en esa represión no existe sentido de la moral o la ética, o en todo caso distingue una ética burguesa que consiente el uso de cualquier tipo de violencia para defender sus intereses. Violencia, engaño, manipulación, empleo de una parapolicía privada, son usados de manera sistemática por la burguesía a través de su instrumento, el Estado. Sistemática porque sigue un método muy estudiado y elaborado, que se pone en desarrollo allí donde sea preciso sin escatimar gastos ni medios.
Serge, con una gran capacidad de perspectiva y analizando represiones históricas como la Comuna de París, anticipa los procesos violentos de represión del liberalismo. Algunos de ellos se han producido en la historia reciente y otros los seguimos viviendo hoy día.
El liberalismo es la forma en que se expresa ese sometimiento de la clase trabajadora por parte del Estado capitalista:
Cuando la represión burguesa no consigue su objetivo mediante el crimen, la extorsión o la manipulación, aún le queda un arma igualmente poderosa como es la violencia económica por hambre: el desabastecimiento provocado, no real, es decir la provocación de la carestía y el hambre de manera impuesta para desencadenar, de una manera totalmente estudiada y planificada, la respuesta furiosa en la sociedad. Esta metodología perversa puede observarse en el estudio de hechos ya históricos como los sucedidos en Latinoamérica a raíz del Plan Cóndor y actualmente en Venezuela o Nicaragua (como se ilustra en las imágenes que anteceden a este párrafo).
Por tanto recomendamos fervientemente la lectura y sugerimos que a través de ella se desarrolle la capacidad de desvelar los métodos de represión estatal en los gobiernos neoliberales de nuestros días. La lucha de clases no sólo sigue vigente sino que nuestros enemigos la tienen bien presente y no descansan un minuto en su intención de oprimir a la clase trabajadora. Salud.
Serge, con una gran capacidad de perspectiva y analizando represiones históricas como la Comuna de París, anticipa los procesos violentos de represión del liberalismo. Algunos de ellos se han producido en la historia reciente y otros los seguimos viviendo hoy día.
Antonio José López,arzobispo de Barquisimeto, cuarta ciudad más poblada de Venezuela, bendice a los miembros de una guarimba.
"Esta doctrina se reduce en economía política al laisser-faire, al laisser-passer (dejar hacer, dejar pasar) de la escuela manchesteriana. Considera al Estado principalmente como instrumento de defensa colectiva de los intereses de los poseedores; máquina de guerra contra los grupos nacionales competidores, máquina de reprimir a los explotados."
Cuando la represión burguesa no consigue su objetivo mediante el crimen, la extorsión o la manipulación, aún le queda un arma igualmente poderosa como es la violencia económica por hambre: el desabastecimiento provocado, no real, es decir la provocación de la carestía y el hambre de manera impuesta para desencadenar, de una manera totalmente estudiada y planificada, la respuesta furiosa en la sociedad. Esta metodología perversa puede observarse en el estudio de hechos ya históricos como los sucedidos en Latinoamérica a raíz del Plan Cóndor y actualmente en Venezuela o Nicaragua (como se ilustra en las imágenes que anteceden a este párrafo).
Infame portada del panfleto ABC del día posterior al 11 de septiembre de 1973, fecha del asesinato de Salvador Allende y del golpe de Estado en Chile. Imprescindible la lectura del texto que acompaña al titular: "contra el caos económico del socialismo y la dictadura marxista, en defensa de la libertad, los militares cumplen su misión quirúrgica".
La "misión quirúrgica" no era otra cosa que el inicio del Plan Cóndor, ejecución del método sangriento ideado por EE.UU. para desestabilizar y derrocar a cualquier gobierno progresista en su "patio trasero", Latinoamérica, e implantar así la barbarie neoliberal, que actualmente sufrimos. El "caos económico" es la imposición de la violencia económica por desabastecimiento y boicot, tal como vemos hoy día en Venezuela o Nicaragua, cuando no directamente el crimen homicida, como en Colombia.
La "misión quirúrgica" no era otra cosa que el inicio del Plan Cóndor, ejecución del método sangriento ideado por EE.UU. para desestabilizar y derrocar a cualquier gobierno progresista en su "patio trasero", Latinoamérica, e implantar así la barbarie neoliberal, que actualmente sufrimos. El "caos económico" es la imposición de la violencia económica por desabastecimiento y boicot, tal como vemos hoy día en Venezuela o Nicaragua, cuando no directamente el crimen homicida, como en Colombia.
Por tanto recomendamos fervientemente la lectura y sugerimos que a través de ella se desarrolle la capacidad de desvelar los métodos de represión estatal en los gobiernos neoliberales de nuestros días. La lucha de clases no sólo sigue vigente sino que nuestros enemigos la tienen bien presente y no descansan un minuto en su intención de oprimir a la clase trabajadora. Salud.