viernes, 20 de enero de 2017

Preguntas sobre el Manifiesto del Partido Comunista (parte I). Introducción y un poco de su historia

¿Quiénes promovieron la redacción del Manifiesto? ¿Surge el comunismo a partir de su publicación? ¿Está desfasado? ¿Qué significa la famosa frase del fantasma? ¿Por qué tienen tan mala prensa los seguidores del comunismo?

Existen innumerables textos, comentarios y entradas en la red
sobre este famoso tratado, posiblemente el texto político más influyente de la Historia. Pretendemos en este caso hacer una aproximación al Manifiesto, un comentario explicativo que sirva tanto para jóvenes (o no tan jóvenes) iniciados en el marxismo que hayan leído la obra como para quienes no, con el fin de animarles así a la lectura de los textos marxistas.

De todos modos se recomienda fervorosamente la lectura del Manifiesto del Partido Comunista, no sólo por el interés formativo sino por el mero placer de disfrutarlo. Según el escritor Umberto Eco, "además de la capacidad ciertamente poética para inventar metáforas memorables, el Manifiesto permanece como una obra maestra de oratoria política (y no sólo eso) que tendría que estudiarse en las escuelas".

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■■■■  Preguntas sobre el Manifiesto (parte I)  ■■■■

Un fantasma recorre Europa,
el mundo.
Nosotros le llamamos camarada.
Rafael Alberti.


¿Cómo surgió la idea del Manifiesto?

El Manifiesto fue escrito entre noviembre de 1847 y enero de 1848 por encargo de la Liga de los Comunistas, una agrupación clandestina formada por emigrados alemanes principalmente en Francia. Durante esos años tienen lugar en varios puntos de Europa diversas revoluciones liberales en las que cada vez toma mayor protagonismo la clase obrera. En esas revoluciones los obreros comienzan a plantearse una aplicación más profunda de los valores surgidos en la Revolución Francesa décadas antes (libertad, igualdad, fraternidad), empujados por las penurias y desigualdades que produce la nueva sociedad industrial. La Liga de los Comunistas (originalmente llamada de los Justos) pretendía "liberar a Alemania de su opresión", centrando sus reivindicaciones en la cuestión social, es decir en las inquietudes y protestas surgidas a partir de las pésimas condiciones de vida de los obreros a las que llevaba el nuevo sistema industrializado.

Niños obreros de minas y fábricas textiles en los años de
la Revolución Industrial (imágenes de Lewis Hine)

¿Por qué el encargo a Marx y Engels?

Karl Marx y Friedrich Engels cuentan en ese momento 29 y 27 años respectivamente. Ambos son, pese a su juventud, militantes pertinaces con experiencia en los movimientos revolucionarios de su época. Además son versados divulgadores de las nuevas corrientes filosóficas y científicas. 
Unos años antes, Karl dirigía un periódico llamado "La gaceta del Rin" en Colonia, que sería censurado por sus fuertes críticas al gobierno. Engels, por entonces en Manchester, enviaba colaboraciones desinteresadas a este periódico. A su regreso a Colonia aprovechó el viaje para visitar a Marx, exiliado en París. En la capital francesa comprobaron que las teorías a las que ambos habían llegado por separado coincidían. Decidieron comunicar sus teorías a la Liga de los Justos, con el fin de encontrar apoyo para difundirlas. Los representantes de la organización no sólo aprueban sus planteamientos como correctos sino que los hacen propios y para divulgarlos acuerdan redactar un texto, en principio similar a un catecismo, que expusiese los principios del comunismo.

La Liga, ya denominada de los Comunistas, entiende que son las personas más indicadas para redactar un manifiesto que sirva de "profesión de fe" del movimiento que se inicia, con el fin de exponer sus intenciones y que pudiera leerse con brevedad como un panfleto, y que además les diferenciase de otros movimientos obreros ya existentes, de carácter socialista.
Y así, en febrero de 1848, ayudados por Jenny Von Westphalen, esposa de Marx, sale de imprenta El Manifiesto Comunista, exponiendo por primera vez al público el pensamiento marxista de forma sistemática y escrita.

¿Por qué hay tantos prólogos en el libro?

El Manifiesto fue traducido a los principales idiomas para que
fuese conocido por el mayor número de personas cuanto antes. En las sucesivas ediciones realizadas en los años posteriores, Marx y Engels añadieron anotaciones en forma de prólogo. Observaron que había pasajes en el libro que iban quedando anticuados a medida que la sociedad progresaba, en un momento histórico de muchos cambios. Los propios autores aún no habían desarrollado en su totalidad toda la teoría que compone el materialismo histórico (el primer libro de El Capital no se editó hasta 1867 y los dos restantes unos veinte años después, ya fallecido Marx).

¿Está entonces desfasado?

Esto no quiere decir, como pretenden los críticos del marxismo, que el texto quedase obsoleto al poco tiempo de nacer, ni que pasados más de cien años su mensaje ya esté caducado. Así como ocurre en el materialismo dialéctico (materialismo dialéctico = marxismo o comunismo), el Manifiesto no intenta ser una norma fija que puede aplicarse del mismo modo que aplicamos un patrón que indicase mágicamente lo que es comunista y lo que no. No se trata de un dogma de fe, similar a un catecismo, sino sobre todo de un método, un procedimiento que sirve para analizar una realidad social desde un punto de vista materialista. 

¿El comunismo surge de la publicación del Manifiesto?

El término comunismo era ya usado popularmente antes de Marx y Engels en un sentido similar al actual. El concepto socialismo se usaba en ese tiempo en Europa para referirse a las ideas de ciertos pensadores de la época, socialistas utópicos, que resaltaban la cuestión social en sus escritos. El desarrollo del término comunismo hasta el concepto que tenemos hoy tiene su origen en Francia a partir de las revueltas de 1830 y tenía -y tiene- un significado cercano a socialismo, pero además añadía entonces un aspecto clandestino y radical que Marx y Engels preferían. Como veremos más adelante, a partir de Marx el comunismo toma el carácter científico y revolucionario que conocemos, en diferencia al llamado socialismo utópico.

¿Hubo protestas sociales antes de su época?

Las rebeldías de hombres y mujeres que quisieron oponerse a las desigualdades sociales no son un invento de los siglos recientes. 
Túpac Amaru II lideró en Perú la mayor
Rebelión contra el Reino de España
A lo largo de la historia de la humanidad se produjeron mucho antes otras revueltas, originadas por los levantamientos de las clases oprimidas (por ejemplo, mencionemos las protestas de campesinos en el Egipto de los faraones, las insurrecciones de esclavos en la Roma antigua -Espartaco- o las rebeliones de indígenas en América del sur, como la de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru, en 1780). En todas ellas las protestas se acompañan de ideas utópicas (utópico así entendido quiere decir que es muy difícil de realizar) y deseos de una sociedad más justa e igualitaria. Los primeros pensadores utópicos fueron creando el cimiento de una idea de sociedad basada en la propiedad colectiva. La Revolución Industrial, que hace más grandes las diferencias sociales entre capitalistas y mano de obra, unido a los movimientos surgidos a partir de la Revolución Francesa, sitúan el momento histórico que nos ocupa en el punto culminante de los sueños de liberación.

¿Eran diferentes los socialistas utópicos de los comunistas?

 Los socialistas utópicos eran una serie de pensadores (Owen, Saint Simon, Fourier) críticos con la sociedad capitalista y que proponen medidas para mitigar los males que provocaba.
Robert Owen fue un empresario
inglés que predicó la fraternidad
humana en la 1ª mitad del s.XIX
Estas críticas se fundaban en la indignación moral y estimaban que la sociedad podía mejorarse mediante una colaboración de todos (también con las clases dominantes) y mediante la educación, la asociación cooperativa o la creación de comunidades que dieran ejemplo como un modelo al conjunto de sociedades en general. El socialismo anterior a Marx consideraba que "todos los seres humanos son hermanos". Es a partir de las teorías marxistas (el conjunto de pensamientos que conforma el materialismo dialéctico) cuando comienza a situarse a la clase obrera como centro de las reivindicaciones y se establece que los obreros y los patrones no pueden considerarse relacionados en fraternidad sino más bien en puntos opuestos, enfrentados, cuyos intereses chocan en una pugna de relaciones de poder. Los comunistas, en lugar de apelar a los buenos sentimientos, a la caridad o a la compasión y la fraternidad universal, usan la razón para distinguir en las sociedades esas luchas entre clases opuestas y, como veremos más adelante, sustituyen esa idea de hermandad por la unión de la clase trabajadora en el emblema: proletarios de todos los países, uníos.



¿Qué significa la frase del fantasma que recorre Europa?
Es conocida en todo el mundo la frase con la que se abre, de manera espectacular, el Manifiesto:




Propaganda de Democracia Cristiana en las
elecciones de Italia en 1948: "madres de Italia,
el monstruo rojo quiere vuestra sangre".
No es casual que Carlos y Federico decidieran usar esta metáfora. Marx debió ser un gran admirador de las obras de Shakespeare y Goethe (recordemos las apariciones fantasmales y los personajes del más allá en Hamlet o Fausto) y eligió esta manera de abrir el manifiesto, que actúa como un latigazo o una punzada que despierta la curiosidad del lector. 

Pero, además, la metáfora del fantasma hace alusión a un importante aspecto. Como hemos visto en la pregunta anterior, los socialistas utópicos gozaban de cierta aceptación social. Al basar sus ideas en sentimientos de hermandad y filantropía, y sobre todo pretender reformas y correcciones en la sociedad pero no un cambio transformador, no sufre una persecución intensa por parte de las fuerzas reaccionarias. Sin embargo el comunismo introduce desde Marx ideas que suponen un cambio transformador, revolucionario, que añaden un antagonismo de clase, un enfrentamiento.

¿Por qué tenían tan mala prensa los comunistas y aún hoy son rechazados?

Esas ideas revolucionarias vienen además avaladas por un conjunto de tesis científicas, el materialismo histórico, que las convierten en un arma irrefutable, que no depende de sentimientos sino de la razón, y que una vez que entra en el pensamiento de un obrero transforma su pensamiento de tal modo que le permite apreciar los procesos sociales que le rodean con una clarividencia que antes desconocía.
Es por ese motivo que el comunismo era entonces y continúa hoy día siendo perseguido y vilipendiado, porque supone una grave amenaza para los capitalistas reaccionarios. Un horrible fantasma que hace temblar sus intereses.

A la izquierda, cartel de 1934 del KKK de Alabama, en el que se advierte a los negros del "peligro" que supone
la igualdad social que pretenden los comunistas. A la derecha, despliegue propagandístico en la EE.UU. actual sobre los muertos que "causa" el comunismo; por supuesto, para ellos el capitalismo no causa ninguna.

Observemos que, un siglo y medio después del primer uso de la palabra comunismo por Marx y Engels, en todo el mundo sigue hoy asociado por la derecha con la subversión e incluso el terrorismo, como la pesadilla que desvela a las clases poderosas.
Es frecuente encontrar en las redes numerosas demostraciones de anticomunismo.
Para ciertos personajes mediáticos supone un beneficio hacer estas demostraciones públicas pues les supone el apoyo económico de los dueños de los medios. Estos personajes tienen miles de seguidores.

En el mismo Manifiesto los autores advierten de la "estigmatización" del comunismo, esto es, la tendencia a demonizar sus ideas con el fin de perjudicar su avance en las clases populares. De ahí que se considerase necesario un texto que expusiese con claridad sus ideas y sus intenciones.

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En las siguientes entradas, que dedicaremos a nuevas preguntas sobre el manifiesto, responderemos a otras leyendas urbanas en torno al comunismo que circulan aún hoy día:

¿Cómo es que los comunistas explican los procesos sociales de un modo diferente a los medios informativos?
¿Existen de verdad las clases sociales?
¿Pretenden los comunistas la abolición de la propiedad privada?
¿Forman los comunistas un partido aparte de los demás partidos obreros?
¿Quieren los comunistas colectivizar a las mujeres en régimen de comuna?
¿Son los marxistas una suerte de gurús de una secta adoctrinadora?


En breve, las siguientes entregas
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Como en anteriores entradas, advertimos que estas notas están redactadas por un militante del PCE cuyos conocimientos marxistas son básicos,  desde aquí animamos a otros militantes, jóvenes o maduros, con o sin estudios, a que consulten los textos clásicos y realicen por sí mismos sus propios análisis desde una perspectiva de clase, para evitar la tendencia actual de entregar la discusión de todas las decisiones a una élite intelectual como un acto de fe.


miércoles, 18 de enero de 2017

Explotación bajo supuestos cursos con compromiso laboral

Se ha conocido en estos días que el Ayuntamiento de Mairena del Alcor colaboró en el convenio de los cursos de formación con compromiso de contratación con la empresa Halia Servex, que al parecer está relacionada a su vez con la empresa Procavi, a quien subcontrata personal, dedicadas al tratamiento de la carne de pavo.


Imagen del grupo de Facebook Asoc Taepec
que reúne a afectados por los cursos
Según supimos, a través de noticias publicadas en La Voz de Morón desde noviembre del pasado año[1],  estos cursos plantean serias dudas en cuanto a su supuesta función contratadora. Denuncia el citado medio que se incumple el convenio dado que los alumnos acaban desarrollando actividades productivas en la empresa que deberían ser remuneradas.

Asímismo expone el diario moronense que los  cursos tienen dos acciones, una teórica y otra práctica que dura 115 horas y  que se desarrolla en la fábrica de Procavi, ubicada en Marchena. Al finalizar el curso la empresa se compromete a hacer contratos de 6 meses de una parte del alumnado, pero no existe ningún control de esa contratación. Estos cursos se realizan de manera periódica.

Trabajadores de la cadena de despiece de aves (imagen Voz de Morón)


Según han sabido en este medio, a través de los testimonios de alumnos de los cursos, los desplazamientos a Marchena son pagados por los propios alumnos, así como la comida, y participan en la cadena de despiece de pavo como un trabajador más pero sin recibir ni un euro por su trabajo (esto contraviene el convenio firmado).

Por si esto fuera poco, a través de la página luchadeclases.org [2] hemos conocido el testimonio de un vecino de Marchena que denuncia las prácticas abusivas y explotadoras de los empleados de Procavi.

Estas informaciones  suponen la presunción de un claro caso de abuso laboral, ante el que los ayuntamientos de las localidades relacionadas deberían oponerse y manifestar su claro rechazo, en lugar de facilitar en incluso colaborar en los abusos mediante el aporte de mano de obra gratis a costa de cursos públicos.

Más allá incluso del abuso laboral puntual, nos llama la atención que de este modo llegue a normalizarse y a aceptarse como uso natural que los trabajadores de nuestras localidades estén disponibles y manejables ante la actitud cada vez más opresora por parte de empresarios y representantes públicos. Por todo ello, aunque parezca chocante -dada la involución ideológica que sufrimos en la actualidad- consideramos necesario volver a manifestar cuestiones que deberían formar parte de la cultura popular y que desgraciadamente se olvidan:

- los derechos laborales no cayeron del cielo como un maná, ni fueron donados generosamente por magnánimos empresarios de la antigüedad, antes bien fueron conquistados por organizaciones de trabajadores tras largas luchas que costaron vidas, sangre y sufrimiento.

- cada paso atrás que se cede en derechos laborales supone un retroceso que nunca volverá a recuperarse si no es mediante la organización obrera.

- por encima de las penurias a las que nos someten los propietarios de las empresas y los representantes de las administraciones  está la dignidad de la clase trabajadora. La inmensa bolsa de parados que se acumula bajo la excusa de la crisis capitalista no debe suponer un pozo sin fondo del que puedan extraer a su antojo mano de obra sumisa y esclava. Colaborar en ello es ahondar en la miseria y agrandar un círculo vicioso que sólo puede ser detenido con organización y unión de los trabajadores.




[1] http://lavozdemoron.es/moron/item/15681-el-ayuntamiento-de-mor%C3%B3n-colabora-en-la-explotaci%C3%B3n-laboral-en-procavi-enmascarada-en-acciones-formativas.html
[2] http://luchadeclases.org/estado-espanol/sindical/2490-2016-09-18-21-22-21.html

jueves, 24 de noviembre de 2016

Hegemonía y superación de IU

Una nota conjunta salía al paso de la noticia del registro de la marca Unidos Podemos. En ella se confirmaba que, en efecto, se había registrado esta marca y que la intención es "seguir apostando por la coalición electoral" y "consolidar un espacio político y social de futuro estable que dispute la hegemonía a las fuerzas del régimen." Esto es, como se esperaba, con carácter permanente.

En esta entrada procuraremos analizar esta coalición y la anunciada "superación" (debemos suponer desaparición) de IU, en especial desde el punto de vista de su influencia para la lucha ideológica entre derecha e izquierda.

Advertimos que esta nota está redactada por un militante del PCE cuyos conocimientos marxistas son básicos, pero entendemos que el análisis de la actualidad no debe estar limitado de manera exclusiva a lo que hoy se conoce como personas preparadas. Y desde aquí animamos a otros militantes, jóvenes o maduros, con o sin estudios, a que consulten los textos clásicos y realicen por sí mismos sus propios análisis desde una perspectiva de clase, para evitar la tendencia actual de entregar la discusión de todas las decisiones a una élite intelectual como un acto de fe.

En todo caso este blog permite la escritura de comentarios y el autor está identificado y no tiene problema en responsabilizarse.

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"Una coalición que dispute la hegemonía a las fuerzas del régimen".

Con esta expresión establece la nota conjunta las intenciones de esta coalición. Consideramos que se refieren a disputar la primacía ideológica -especialmente en el aspecto electoral de cara a futuros comicios- a los partidos que han permitido un nuevo gobierno de Rajoy (PP, PSOE y Ciudadanos), dado que la expresión "fuerzas del régimen" sugiere que de momento no se ataca al sistema capitalista de manera frontal.

Pese a parecer un objetivo aceptable como táctica en un escenario poco alentador para la izquierda y obtener en su mayoría una bienvenida favorable, tanto en una como en otra parte esta coalición suscitó reticencias. Por la parte de Podemos algunos simpatizantes quisieron ver aquella "tabla de salvación" de la que hablaron sus líderes en ofrecimientos anteriores de IU, en momentos en que las encuestas les eran más favorables; a ello se añade una mala situación económica de IU, con el consiguiente rechazo que eso supone para unos simpatizantes muy sensibilizados con todo lo que se refiera a los gastos económicos.
Por la parte de IU, una parte de la militancia no compartió el sentido de esta táctica y aún hoy les cuesta averiguar el beneficio ya no sólo para el propio partido, sino para la izquierda en general y para la clase trabajadora, más teniendo en cuenta que la táctica va adquiriendo al alargarse en el tiempo un cariz de estrategia indefinida.

Se ha comentado mucho en este tiempo que ese rechazo de parte de la militancia de IU pecaba de izquierdismo, en el sentido leninista de la expresión. ¿Podría considerarse que los discrepantes caen en el infantilismo izquierdista?

La estrategia marxista y el izquierdismo.

En La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo (que Lenin tituló en su origen "Ensayo de discusión popular sobre táctica y estrategia marxista", título que orienta mejor sobre su mensaje), se hace un análisis de la Revolución de Octubre y de la táctica empleada en ella, con la finalidad de criticar las tendencias surgidas a raíz de esta revolución en otras partes de Europa, que tendían al apresuramiento y el error, a una izquierda desproporcionada.

Si pudiésemos concretar en una frase su mensaje (permitiéndonos la licencia de ser excesivamente esquemáticos) podríamos decir que la experiencia bolchevique demuestra que los comunistas deben aprender a acomodarse a todas las formas de lucha, de tal modo que seamos capaces de adaptarnos a cualquier circunstancia y a cualquier frente, por incómodos o ajenos que nos parezcan. Esto es una guerra -viene a decir Lenin- y en una guerra ningún ejército que se considere inteligente desdeñaría el uso de cualquier posibilidad, incluso los pactos con el enemigo, si con ello se logra el objetivo final, salir victoriosos.

El texto es bastante explícito en cuanto a las dudas que puedan plantearse sobre la participación de los comunistas en la política capitalista y sus organizaciones. Repasemos algunos aspectos. ¿Deben los comunistas participar en sindicatos reaccionarios?
Pasaje de La enfermedad infantil del izquierdismo


¿Y deben los comunistas participar en los parlamentos burgueses?
Misma obra citada

Por tanto queda claro que oponerse por sistema a la participación conjunta con otros movimientos, especialmente cuando la correlación de fuerzas es muy desfavorable, es inoportuno.
¿Podríamos decir, en consecuencia, que la militancia de IU que es reticente a esta nueva confluencia padece, en general, de izquierdismo infantilista o que es sectaria o dogmática? Si observamos la trayectoria de IU en los últimos años, observamos que antes de 2014 -fecha de aparición de Podemos- ya se participaba de manera habitual de la mano de los sindicatos mayoritarios (cuyo papel ha decaído en una dudosa relajación hacia la Patronal) y en los diferentes parlamentos con otras fuerzas de lo que se considera "centro" o "centro-izquierda".
Recordemos por ejemplo la participación junto con PSOE tras las elecciones andaluzas de 2012, con tan desastrosas consecuencias para IU, tanto por el desenlace de aquella coalición como por las consecuencias que a partir de 2014 tuvo con la aparición de los nuevos partidos y el descrédito generalizado de los españoles hacia los políticos de los partidos tradicionales.

IU más bien se ha caracterizado por mostrar una actitud excesivamente generosa hacia la participación en los parlamentos, de tal modo que ha terminado decayendo en un claro posicionamiento socialdemócrata, que aunque conservaba en su ideario reminiscencias socialistas, derivó en un excesivo afán por el electoralismo que descuidaba la creación de conciencia en la clase trabajadora.

Por todo ello parece un tanto irrisorio considerar que la militancia de IU peca de izquierdista, o que es sectaria o dogmática. Más bien lo contrario.


Táctica de confluencia electoral y creación de conciencia

En la difícil tarea de dirigir la trayectoria de un partido comunista, según vemos los militantes de base, una de los principales quebraderos de cabeza de los cuadros está en saber dirimir cuándo y con quiénes establecer acuerdos. 
Porque es evidente que, en una sociedad dominada por los ideales capitalistas y en clara hegemonía reaccionaria, no puede considerarse oportuna cualquier alianza con movimientos que puntualmente logren el interés de los ciudadanos, por el simple hecho de conseguir mover una masa de votos.

¿Cuál sería el criterio para establecer esas alianzas? Busquemos una pista en este pasaje del Manifiesto:
Pasaje del Manifiesto, Marx-Engels

Y en la obra de Lenin anteriormente citada, otro pasaje resulta aclaratorio en este aspecto:
Enfermedad infantil del izquierdismo, Vladimir Ulianov

Podemos extraer de ello unas cuantas conclusiones: las alianzas en parlamentos y movimientos ciudadanos son interesantes para los comunistas y forman parte de sus tácticas para lograr objetivos a corto plazo. Pero estas tácticas parciales deberían estar supeditadas a una estrategia general que sería el de incrementar el nivel general de conciencia y el espíritu de transformación a través del socialismo. 

Sin el convencimiento de las personas, por muy crítica que llegue a ser una situación y por muy miserables que sean las condiciones, no será posible no ya una revolución sino el menor cambio en las cuestiones fundamentales del sistema, como mucho podremos obtener el apoyo, eventual, de una serie de simpatizantes, sostenidos además por el impreciso vínculo de una indignación difusa.

Cabe preguntarse por qué la izquierda en la actualidad parece haber abandonado estos principios.

Influencia del posmarxismo en la actual política.
El pensador argentino Ernesto Laclau
Diversos autores en las últimas décadas han estudiado la actualidad de las tesis marxistas en la compleja sociedad de nuestros días. Entre ellos especialmente Ernesto Laclau han influido en la ideología de las plataformas surgidos a raíz de los movimientos del 15M. El posmarxismo se opone a los fundamentos de la tradición marxista y trata de buscar una adaptación de los ideales de la izquierda a los nuevos movimientos sociales (el pacifismo o el ecologismo en el 68, por ejemplo, hoy las diversas mareas y plataformas).

Para el posmarxismo el sujeto político entendido como clase obrera queda desfasado porque no concibe el sistema económico como una unidad, sino como diversas estructuras independientes que se relacionan de manera circunstancial. 
Esto explicaría la autonomización de las esferas de lucha, dado que no sitúa a la lucha de clases como foco único de los antagonismos. Para el posmarxismo lo que consideramos la lucha de clases debe ser entendido como una articulación (relación de elementos independientes para una finalidad conjunta) de identidades sociales aisladas unidas en lo ideológico (por ejemplo, las distintas mareas).
Párrafo de Hegemonía y estrategia socialista, texto de Laclau

La lucha es, según esta visión, siempre una cuestión de discurso. La naturaleza discursiva e ideológica situada en el centro de la acción política explica la tendencia actual a dar una principal importancia al papel de los intelectuales (personas preparadas) y a la actualidad que ha tomado la figura de Gramsci (cuyo concepto de hegemonía como guerra de posiciones entre socialismo y capitalismo es más cercano a esta visión que la perspectiva leninista).

¿Y cuál es la situación en la práctica?

Si tratamos de aplicar toda esta visión teórica en el aspecto que nos interesa a fin de cuentas -la práctica-, observamos que la actualidad nos ofrece casi a diario numerosos casos  que generan graves dudas y aspectos muy contradictorios. Enumeremos algunos ejemplos de los últimos días:

"La pobreza energética mata": bajo este lema se convocó el fin de semana pasado una serie de actos surgidos en protesta por el tristísimo suceso que todos conocemos de Reus. Llama la atención la referencia a la "precariedad energética".¿Es posible vivir en precario en lo energético y no en lo alimentario, en lo laboral, en lo cultural y en el resto de necesidades? ¿Por qué se hace esta distinción que suena a eufemismo? 
Una posible respuesta está en las propias reivindicaciones que realizan los nuevos movimientos. Ante este problema se exige que las empresas se comprometan a mantener los mínimos energéticos a las personas sin recursos, en alusión a la defensa de los Derechos Humanos. Muy loable. Sin embargo, se observa que ya no se cuestiona la propiedad privada de los sectores estratégicos; el problema parece provenir de una mala gestión de esas multinacionales, mal llevadas por gestores corruptos. En otras manos y con un mayor control -se entiende- ese desajuste desaparecería. La cuestión no es apreciada como una más de las ramas de un mismo tronco que es el sistema económico, sino como un aspecto aislado. Por eso es posible considerar la "pobreza energética" como un hecho independiente y, por tanto, no entra dentro de los planes cuestionar la nacionalización, ni cambios en el modelo productivo (cuya simple mención resultaría por otra parte alarmante en la prensa y en la captación de votantes moderados).


 
La exhibición de una tricolor en la pasada
sesión de apertura de las Cortes ante Felipe VI 
por parte de un diputado de IU no fue bien vista
por sus compañeros de grupo
-la República: de manera similar, la cuestión de la Monarquía queda situada en la visión actual como una cuestión principalmente de despilfarro económico. La necesidad de plantearse otra forma política, su influencia en el entramado económico de nuestro país, la reparación y la justicia de los crímenes del franquismo o la recuperación de los ideales de aquella etapa quedan difuminados o relegados a una posición de espera ante otros asuntos que se consideran prioritarios (que crean hegemonía desde la perspectiva posmarxista, esto es, capaces de articular mayor número de sensibilidades en el amplio espectro ciudadano, más allá de la izquierda tradicional).


Teresa Rodríguez (Podemos Andalucía)
ha manifestado en diversas ocasiones
que las bases de la OTAN deberían
crear más empleo.
OTAN, Unión Europea: la salida de la OTAN o la UE son otras reivindicaciones que se han sustituido por una idea de restauración de estas entidades, que iría encaminada a una supuesta mejora social a partir de la mayor influencia de gobiernos progresistas en las instituciones internacionales, admitiendo de manera implícita la dificultad que entrañaría la salida y la búsqueda de relaciones internacionales alternativas. Este planteamiento condescendiente con los altos organismos plantea una situación extraña de equidistancia y tibieza en asuntos en los que se desearía una mayor firmeza ideológica, como es el caso de las intervenciones militares de Siria en la actualidad o las pasadas de Libia (recordemos la inclusión a dedo en las listas electorales del general de la OTAN que intervino en Libia), o como la necesidad de las bases militares en nuestro territorio (ya no cuestionadas sino incluso admitidas hasta el punto de solicitar mayor carga de trabajo), el apoyo a gobiernos como el de Ucrania o a personajes contrarios a gobiernos legítimos como los violentos opositores de Maduro en Venezuela. 
La exaltada preocupación mediática que ha suscitado recientemente la elección de Trump en EE.UU., por ejemplo, redunda en esa idea del mal menor que embauca al votante poco informado (en algunos casos el temor al nuevo presidente ha suscitado el elogio del "nobel de la paz" Obama o la elevación a "lideresa feminista" a Hillary Clinton) en la aceptación de lo posible dentro de lo que el sistema puede consentir como única vía tolerada para mejorar la situación social. 


Noticia de El País celebrando la reducción
de la deuda del ayuntamiento madrileño
-los llamados Ayuntamientos "del Cambio": en los ayuntamientos donde se ha logrado arrebatar el consistorio a PP o PSOE no se aprecia que la situación vaya encaminada hacia la mejora que se esperaba. Recientemente se anunciaba, valga de ejemplo, como un logro la gran reducción de la deuda del ayuntamiento madrileño, de manera que se sitúa de nuevo el despilfarro y la corrupción como eje central de los intereses, cuando debería ser la repulsa al espíritu de la reforma del artículo 135 (priorizar pago de la deuda sobre las urgencias sociales) el principal objetivo. Las empresas de servicios como la limpieza continúan en manos privadas, los negocios inmobiliarios de las grandes empresas no se han detenido, incluso ha desaparecido del ideario la función social de la vivienda (sustituido una vez más por la negociación con las empresas propietarias de los recursos, en este caso las inmobiliarias y los bancos). Se ha llegado, incluso, a homenajear sucesos anticomunistas y a apoyar a golpistas encarcelados en Venezuela.


En definitiva, es posible encontrar a diario alguna noticia de actualidad en la que quede en entredicho el beneficio que supone para la clase trabajadora la desaparición de una apuesta seria de izquierdas, a cambio de una coalición que sea capaz de disputar el gobierno al PP en futuras elecciones.

Se antoja complicada la creación de conciencia en la clase trabajadora en este ambiente. Antes bien de este modo la hegemonía socialista tiene más visos de ir perdiendo fuerza gradualmente ante el aumento del pragmatismo reformista como única alternativa. 
La influencia de las televisiones, cada vez más implicadas en el juego electoralista mediante la difusión de debates y entrevistas como si se tratara de programas de moda, alimenta la creación de líderes mediáticos en los que la clase trabajadora pueda depositar su confianza y la fe en un cambio a corto plazo a través de la participación en procesos electorales.
La movilización en la calle, la participación en sindicatos o la militancia en partidos quedan así menoscabados y reducidos a participaciones testimoniales y cada vez menos influyentes.

Animamos al lector a cuestionarse ¿quién tiene más opciones de ganar esa batalla ideológica, esto es, de situarse en la preponderancia hegemónica, en la situación que se nos plantea de este modo? ¿Es posible pensar que se está dejando un campo abonado para plantar la semilla del socialismo o más bien es la sal reformista la que proyecta un páramo en el que edificar una salida airosa a la crisis capitalista?

Cuesta comprender que de este modo pueda producirse aquella prometida disputa de la hegemonía a las fuerzas del régimen, ni parece indicar que la desaparición de IU o su disolución dentro de una nueva forma sea, como se ha anunciado, superar IU. Se supera lo que se adelanta o lo que se rebasa, no lo que iguala o retrocede. 

jueves, 3 de noviembre de 2016

Fenómeno fan y estado de coma de la dialéctica

La polémica suscitada ayer tras la noticia del asunto del portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, más allá de las  cuestiones éticas, trajo consigo una cadena de réplicas en la prensa y en las redes que nos parece interesante analizar.

Llama la atención, en primer lugar, el cariz de la "contra-campaña" lanzada a través de las redes y medios bajo el lema "máquina del fango" (#MaquinadelFango en Twitter), mediante la cual los compañeros en la cúpula de su partido advertían de la posibilidad de una filtración desde el grupo PRISA para alterar el actual proceso de primarias.

A raíz de esta maniobra (que ya es peculiar en sí misma, pues suena a "vieja política" que las reacciones se dirijan a inculpar a otros y no a explicar al propio), surgieron una cantidad de comentarios y opiniones que alcanzaron un nivel de desatino sorprendente. No es el primero que se produce ante otras situaciones controvertidas de las primeras figuras de Podemos, cuyos perfiles mediáticos tan magnificados traen consigo estos inconvenientes. Pero en este caso de Espinar nos ha parecido llamativo el nivel de fanatismo producido en algunas reacciones.

Los que hemos vivido etapas
Cartel de IU de finales de los 80

anteriores (no necesariamente por mucha edad, hay quienes tienen edad suficiente y entonces no quisieron participar aunque ahora se hayan convertido en animales políticos de las redes) consideramos que es interesante preguntarse por qué la izquierda -o lo que se considera hoy izquierda- de la "nueva política" goza de una privilegiada clá y de un entregado ejército de fans que en la vieja política era considerada una rareza propia de cuatro locos, rojos recalcitrantes.  

Se dirá, con razón, que tampoco hubo en las últimas décadas un movimiento de izquierdas puro que lograse cierta representatividad y que IU, siendo el movimiento político mayoritario, se encontraba ya inmerso en la socialdemocracia. Puede ser, pero al menos en el entorno de militancia y simpatizantes de IU permanecía el reducto de una serie de valores políticos de la izquierda (nacionalización de sectores estratégicos, rechazo a la UE y a la OTAN,
Viñeta del tumblr Raffeijoo
proximidad a los gobiernos socialistas de otros continentes, alternativa al capitalismo, etc) que en la llamada nueva política han desaparecido y se ha descendido un escalón en el nivel de exigencia ideológica, esto es, una bajada hacia el siguiente peldaño que es el de la aceptación plena del capitalismo "moderado" como mal menor. 



¿Qué aspectos han favorecido este fenómeno de fidelización de entusiastas en esta "nueva política" que en la anterior no existían?

Sobre todo es notable el diferente rasero con el que parte de los medios trata a esta nueva izquierda. 
La Sexta ha sacado más rédito a la pantalla
partida que el cine de los 60
En otros tiempos ese tratamiento era muy distinto. Los viejos rockeros recordamos el desprecio con que se ignoraba a los representantes de la izquierda parlamentaria. Eran directamente ignorados por la prensa, la TV o la radio "progre". Esto en el mejor de los casos, ya que en el peor cuando aparecían en los medios era para el oprobio y la ignonimia.
Sin embargo, Podemos y sus distintas marcas gozan de las simpatías de medios como Público o La Sexta, hasta tal punto de afinidad y apego que llega a superarse aquel argumento con el que se justificaba esta circunstancia y que hablaba del aprovechamiento de una "brecha mediática". La brecha ya es el Cañón del Colorado y alguno de los actores de la "nueva política" parecen tener su residencia habitual en un plató.

Uno de los supervillanos
de la TV actual, Inda.
Se añade a esta circunstancia el haber sabido transformar el anterior descrédito y desdén que los ciudadanos demostraban hacia cualquier cosa que oliese a política y que hoy se ha revertido hacia un interés inusitado. Las noches del sábado, antes dedicadas a las series o el fútbol en TV, hoy marcan hitos de audiencia por debates políticos, con memorables disputas verbales entre los primeros espadas y los "sparrings" que las televisiones les colocan como saco de entrenamiento.

La decadencia del discurso político (para el que se aviene como anillo al dedo la discrepancia con el marxismo clásico
Jóvenes fans del PP
del discurso posmarxista de Laclau y el ciudadanismo que rechaza el posicionamiento en el eje izquierda-derecha), sumado a una desmedida importancia a la vía parlamentaria, ha conllevado que ese acercamiento reciente de los ciudadanos a la política se haya producido más por la vía de los sentimientos que por el razonamiento. La visceralidad con que los nuevos simpatizantes se producen contra quienes hagan crítica de sus líderes así lo indica: los simpatizantes acérrimos de la derecha en poco se diferencian de los nuevos seguidores de la izquierda, el insulto hacia una de las posturas produce un feedback de refuerzo en la posición opuesta, de tal modo que ambas conviven en perfecta simbiosis.

Las redes sociales han contribuido en buena manera a este declive en la calidad del discurso político. La inmediatez y exceso de información que recibimos a diario nos ha convertido en lectores ocasionales y poco constantes. Hoy pocos tienen la paciencia de leer más allá de 140 caracteres. El militante de la "nueva política" es un consumidor de nueva tecnología que mediante conexión inalámbrica a su teléfono inteligente es bombardeado a diario por miles de reseñas, comentarios, imágenes chistosas, eslóganes adjuntados a una fotografía (memes) y poco más. 

En definitiva, dado que ya están sobrando parrafadas en este texto, podríamos afirmar sin riesgo a equivocarnos mucho que este fenómeno de captación de entusiastas supone un fuerte quebranto de la dialéctica. Malos tiempos para la lírica.


En mí combaten
el entusiasmo por el manzano en flor
y el horror por los discursos del pintor de brocha gorda.
Pero solo esto último
me impulsa a escribir.


lunes, 31 de octubre de 2016

Curso fugaz de política para gente sin tiempo ni ganas. 1- LA SOCIALDEMOCRACIA

En la emisión de ayer del popular programa de La Sexta que dirige Jordi Évole, Salvados, se entrevistaba al hombre del momento, el defenestrado Pedro Sánchez, y la entrevista nos dejaba algunas perlas muy interesantes, entre ellas: 

Imagen del programa de Atresmedia, Salvados
"Hubo responsables empresariales que trabajaron para que hubiera un Gobierno conservador". 

Parece ser que Pdr Snchz acaba de descubrir (más vale tarde) que en el capitalismo los parlamentos no son lugares donde se representa a los intereses de los trabajadores precisamente, sino 
que son los intereses de las grandes compañías los que priman. Tal vez sea debido a que su partido abandonó el marxismo a finales de los 70, porque cualquier lector de Marx -simplemente leyendo el Manifiesto Comunista- está avisado de ello desde 1848.

En la misma entrevista hay otra perla, que es la que nos interesa especialmente en esta entrada, que dice así:

Otra imagen de Atresmedia, Salvados

"El régimen necesita una socialdemocracia con menos canas y la está construyendo desde varios frentes".
Para comprender bien la importancia de esta frase, es necesario que repasemos varios aspectos.

¿Qué es la socialdemocracia?


La socialdemocracia (SD) es una tendencia política que tiene su origen en el siglo XIX. En sus comienzos tuvo una orientación obrera y defendía posiciones que no renunciaban a cierta forma de poder de la clase trabajadora.
Es cierto que Marx y Engels militaron en la socialdemocracia alemana de su época. El SPD (Sozialdemokratische Partei Deutschlands), heredero del Partido Socialdemócrata Obrero de Alemania, fue el primer partido en usar el término en su denominación. Posteriormente surgirían el resto de partidos de Europa, PSOE en España, por ejemplo, en 1879.
Poco después, los fundadores del comunismo tuvieron ocasión de comprobar el carácter reformista de estos partidos ante líderes de la SD como Kautsky o Bernstein y progresivamente fueron retratando en sus obras (por ejemplo Crítica al programa de Gotha o 18 Brumario):

"A las reivindicaciones sociales del proletario se les limó la punta revolucionaria y se les dio un giro democrático; a las exigencias democráticas de la pequeña burgesía se les despojó de la forma meramente política y se afiló su punta socialista. Así nació la SD". Marx, 18 Brumario de Luis Bonaparte.

Este inicio de los geniales Carlos y Federico en la SD pueden dar lugar a confusión. Recientemente, en Junio de este año y desde el hotel Ritz, Pablo Iglesias afirmó que Marx y Engels fueron socialdemócratas:

Imagen de un diario digital del día 6 de junio del presente

El Señor nos libre de contradecir al líder político, preparado entre los preparados, cuyo currículum como todos saben ocupa 23 páginas, pero es evidente que su afirmación está un poco traída por los pelos. Decir que Marx o Engels militaron en la SD tiene la consistencia de afirmar que Gutenberg leyó en libros manuscritos o que Edison usó candiles para alumbrarse. Podríamos hablar de revisionismo si no fuese porque hasta los revisionistas de mayor simpleza emplean argumentos más elaborados que esta afirmación.

A partir del fallecimiento de Engels, años después del de Marx, los partidos de la SD lograron algunos éxitos electorales, caso de Italia o Francia. Ya en la segunda década del siglo XX, el eurocomunismo extendió por todas partes la moda parlamentaria, más fácil de asumir que el socialismo científico, dado que permite participar en el juego democrático capitalista "legalmente", esto es, aceptando sus reglas de juego.
La rosa roja es el símbolo común de los partidos de la SD

Actualmente los partidos de toda Europa considerados de izquierdas se disputan la posesión del título de SD, del mismo modo que todos se pelean por tomar sitio en ese lugar político llamado centro y que no se corresponde con ninguna ideología existente más allá de las conocidas de izquierdas o de derechas.

Hollande, en Francia, Blair, en Reino Unido, ZP en España o Renzi en Italia sirvan para ilustrar la lamentable situación hacia la que ha devenido esta tendencia política. Pero ¿por qué la mayor parte de líderes de la actual izquierda se disputan con tanta ansia esta posición? Veámoslo.

¿Qué tiene de estupendo la SD que Pdr Snchz y los demás "actores del cambio" quieren darle un tinte Loreal para renovarla?

  • supone una manera de reconciliar las viejas reivindicaciones socialistas con el capitalismo imperante en la actualidad, de manera que sea aceptado por éste. Los socialdemócratas no pretenden una transformación del sistema sino una reforma basada en la moderación de sus aspectos menos populares. Esto es, no pretende acabar con el capitalismo sino paliar sus efectos.

  • produce una desmovilización de la clase trabajadora, al basarse en un desnatado ciudadanismo que esconde el molesto antagonismo entre capitalistas y obreros (molesto para los capitalistas) y alimenta la falsa creencia en un Estado del bienestar de las clases medias, que a su vez prefieren vivir en la comodidad de no perder su status y le limita a las reivindicaciones -consentidas por el sistema- encaminadas a recuperar el nivel de los buenos tiempos del capitalismo.

  • alimenta la ilusión de que mediante la participación en las elecciones "democráticas" es posible lograr un cambio en el sistema que favorezca a la clase trabajadora. De paso aúpa al nivel de semidioses a los políticos que defienden los intereses de la gente frente a la maldad de la casta o la mafia de turno.

En conclusión, logran rebajar el discurso político a un nivel casi infantil, inocuo e inoperante ante la maquinaria capitalista (precisamente por ello admitido por el poder) y producen en el panorama de los partidos una sensación de juego de rol en el que unos cuantos elegidos (líderes) asumen el papel de sacrificarse por las clases populares, que no necesitan organizarse ni mancharse en movilizaciones sino simplemente seguir los medios informativos, suscribir firmas en internet o donar dinero a organizaciones caritativas. Es decir, esperar, desde los sofás de sus hogares, a ser Salvados.



Lecturas recomendadas:

1. Crítica al Programa de Gotha  ENLACE AQUÍ
2. El 18 Brumario de Luis Bonaparte ENLACE AL 18 BRUMARIO
3. "Esa cosa a la que se niegan a llamar Reformismo", entrada del blog La barricada cierra la calle pero abre el camino, de Marat.