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viernes, 4 de diciembre de 2020

Lo que todo revolucionario incipiente debe leer

Aprende, marginado, hombre del campo,
aprende, ocupante de la cárcel,
aprende, mujer atada a la cocina,
¡aprende sexagenaria!
Prepárate para gobernar.
Ven a la escuela, hombre sin techo.
El saber es para ti que tienes frío.
Hambriento: toma con fuerza el libro: es un arma.
Prepárate para gobernar.

¡No temas preguntar las cosas, camarada!
No te dejes influenciar,
averigua tú mismo.
Lo que no sabes por cuenta propia
no lo sabes.

Bertolt Brecht, Elogio del estudio



Entre las ventajas de militar está la ocasión de aprender de camaradas más veteranos o con más experiencia. Precisamente por experiencia, por tener una edad, sé lo importante que es y los años que nos ahorraríamos de estar bien asesorados. Cuántas veces hemos pensado ojalá me hubieran hecho saber antes de esta lectura, de esta película o de esta música. De ahí la importancia de participar en las actividades que organizan los comunistas: siempre aprendes algo, seas joven o mayor.

Uno de los temas recurrentes, por lo que veo, es el de por dónde empezar a leer o qué textos recomendar a un compañero interesado en empezar a estudiar o que tenga curiosidad por conocer más sobre el comunismo.

De eso va esta entrada. Aclaro que me animo a hacerlo no porque me considere capacitado de una manera especial, sino precisamente por ser totalmente ordinario. Como suelo decir en este blog, mi opinión puede ser interesante porque soy un militante del montón, y al ser por tanto como muchos es probable que haya pasado por las mismas inquietudes, problemas y dudas que la mayoría.

Además, el blog permite hacer comentarios, que en este caso serán más bienvenidos que nunca para quien quiera aportar su experiencia particular. Así se completará esta lista que, claro está, es insuficiente y rudimentaria.

Vamos al grano. Separo primero un par de puntos para hacer dos aclaraciones iniciales y luego iré desglosando las lecturas una por una (por orden de dificultad, de modo que las primeras serían para un lector iniciado y las últimas para los más avanzados).


Importancia de tener conocimientos generales: el comunismo (socialismo, marxismo, materialismo dialéctico, son términos semejantes y todos ellos puedes encontrar en los textos) es mucho más que una teoría política o un método económico. Quienes creen que el comunismo es simplemente una determinada actitud política o un conjunto de medidas económicas es porque jamás han visto un texto marxista.

A medida que vayamos profundizando en las lecturas veremos que los comunistas se preocupan por todos los aspectos del conocimiento, por la Ciencia en general y todo el saber que provenga especialmente de los métodos científicos. Al tratarse de temas relacionados con la sociedad, obviamente son preponderantes los asuntos que tienen que ver con lo que se llama Ciencias Sociales o Humanidades (Sociología, Política, Economía, Antropología, etc).

Es conveniente tener aunque sea algunos conocimientos sobre Filosofía. Nos encontraremos frecuentes menciones a conceptos filosóficos (idealismo, materialismo, metafísica, dialéctica, etc) o citas a autores como Hegel o Feuerbach. Por ello es recomendable que busquemos información sobre estos aspectos. Asimismo veremos que los autores aluden a las situaciones históricas de su época, a los personajes relevantes y a las circunstancias que vivían. Es obvio, dado que el comunismo no es sólo teoría sino también praxis (práctica). Sobre todo praxis, deberíamos decir. Así pues comprenderemos mucho mejor los textos clásicos si conocemos cómo era la época en la que vivían sus autores, es decir, tener también algunos conocimientos sobre Historia

Aunque parezca simple o pueril, yo recomendaría al militante tener en su biblioteca particular algún manual (tipo ESO o bachillerato, o para quien quiera profundizar más algún manual de primeros años de carrera) sobre Filosofía y sobre Historia.

Y por aquello de conocer también al enemigo, añadiría también algún manual sobre Economía (en este caso de autores de la economía capitalista, claro) que contenga los conceptos básicos para conocer los elementos primordiales del sistema en que vivimos (multinacional, bolsa, PIB, crédito, y toda esa jerga) y menciones a los autores clásicos del capitalismo (Smith, Ricardo, Keynes).

 



Manuales y textos de resumen: los camaradas más experimentados suelen decir que es recomendable leer las fuentes directas. Por supuesto, lo ideal sería leer directamente a Marx y a Engels, todas las obras que podamos, desde su inicio sin ningún intermediario ni interpretación, tal y como harían sus seguidores en su tiempo. 

No olvidemos que Marx y Engels escribían para los trabajadores. Habrían caído en una tremenda incoherencia si no hubiesen escrito pensando en que sus textos iban dirigidos para la batalla de la lucha diaria. La mayoría de textos escritos por ellos son claros y directos y sólo necesitan del interés del lector para ser comprendidos.

Sin embargo, Carlos y Federico no dejaron textos que tuviesen sistematizado o esquematizado el contenido de sus teorías. Pienso que esto se debe en parte a que el marxismo no es un dogma, no es un patrón que pueda aplicarse a cada situación como aplicamos una regla o un termómetro, cada momento requiere un análisis concreto. También debemos pensar que la ciencia creada por ellos recién era inaugurada y aún hoy, siglo y medio después, se encuentra en desarrollo. Y, por supuesto, que la tarea titánica de escribir el Capital y fundar la Primera Internacional, todo ello bajo el acoso de las autoridades, no debía dejar mucho tiempo al diseño de manuales.

Marta Harnecker es el ejemplo quizás más conocido de creación de escritos formativos. Autora chilena colaboradora de fundamentales experiencias sociales como el gobierno de Cuba, el de Allende y también de Hugo Chávez. Escribió los Cuadernos de educación popular y Los conceptos elementales del materialismo histórico, textos muy populares para todos los militantes. En ellos podemos encontrar perfectamente sistematizados y estructurados por temas los principios del marxismo, de un modo muy asequible al lector.

Georges Politzer fue un filósofo y psicólogo marxista, profesor de materialismo dialéctico en la Universidad Obrera de París. Ejecutado por los nazis a causa de su actividad en la resistencia francesa, sus alumnos editaron en forma de manual los contenidos de sus clases en un libro también muy popular, Principios elementales y fundamentales de filosofía

Recomiendo encarecidamente la lectura de ambos textos para los interesados que se inicien en el marxismo, de modo que tendrán una primera impresión bien organizada y esquematizada de los dos aspectos principales del comunismo, el materialismo histórico y la dialéctica.

Añado también el libro Fundamentos del materialismo dialéctico e histórico, de Spirkin y Yajot, breve texto que resume de manera brillante estos asuntos desde la perspectiva soviética. También es muy interesante, como contrapunto a los soviéticos, la labor formativa y divulgadora del argentino Néstor Kohan, autor de diversos libros que dan una visión muy cercana y actual del marxismo; sus participaciones en seminarios y cursos son muy amenas y pueden consultarse en Youtube, recomiendo echarles un vistazo. 



1. Principios del comunismo. Escrito elaborado por Engels como proyecto para presentar a la Liga de los Comunistas pero que él mismo descartó y prefirió que fuese redactado por el propio Marx. Escrito en forma de catecismo de preguntas y respuestas. Lo cito porque creo que aclara al lector inicial bastantes aspectos del Manifiesto, cuya lectura sin explicaciones puede desanimar al principiante.


2. El Manifiesto del Partido Comunista. Texto mítico que no necesita presentación. Baste decir que sirvió como programa para unificar a los comunistas de todos los países. Sienta las bases principales del comunismo, el análisis de la sociedad burguesa y la necesidad de enfocarla en la lucha de clases, y en su parte final expone la táctica de los comunistas en cuanto a los demás partidos obreros. Obligada lectura.


3. Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo. Carlos Marx. Federico Engels. Incluyo juntos estos tres folletos de Lenin, tres breves textos de batalla en los que resume de manera brillante la obra de ambos autores y sus fuentes. En la edición de la editorial Progreso de los textos escogidos de Lenin, cuyo orden es cronológico, estos tres panfletos vienen separados en primer lugar; que hayan sido escogidos para el inicio no es casual. En Tres fuentes encontramos frases dignas de enmarcarse como: "Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase".



4. Prólogo a la Crítica de la Economía Política. El prólogo de esta obra contiene una síntesis de Marx sobre la interpretación materialista de la historia y una mención a los conceptos de infraestructura y superestructura. Una de sus frases es bien conocida: "No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia".


5. Trabajo asalariado y capital. Aquí Marx inicia los ensayos puramente económicos. Por supuesto carece aún de la profundidad y rigor científico de El capital pero para el trabajador que se inicia en el marxismo resultarán reveladores los descubrimientos del autor sobre la fuerza de trabajo, la mano de obra y su empleo como mercancía.



6. El Estado y la Revolución. Lenin desarrolla la teoría de Marx sobre el Estado. En ella descubrimos que El Estado es el órgano de la dominación violenta de una clase sobre otra y que para alcanzar el socialismo los trabajadores deben destruir la vieja máquina del Estado burgués e instaurar su dictadura.


7. La vida y el pensamiento revolucionario de Marx y Engels, de David Riazanov. Para tener una visión completa es interesante además leer alguna biografía. Ésta además parte de la premisa de ser una biografía realizada desde el materialismo, esto es, explicando la trayectoria de ambos autores desde sus circunstancias personales y los condicionantes de su época. En formato de conferencias dadas por el autor, separadas en capítulos que corresponden con las etapas vitales. Interesante lectura para que entendamos qué lejos de la verdad se encuentran quienes afirman que Marx y Engels eran burgueses y teóricos de gabinete. 


8. Un partido con las paredes de cristal. Álvaro Cunhal, secretario general del Partido Comunista de Portugal entre 1961 y 1992. "Nos proponemos decir con veracidad cómo somos, cómo pensamos, cómo actuamos, cómo luchamos, cómo vivimos nosotros, los comunistas portugueses. Se dirá todo, tornando trasparentes las paredes de nuestro Partido, de modo que quien está fuera pueda observar al Partido como a través de paredes de cristal". Escrito en palabras muy claras con un evidente afán didáctico, responde a aquel axioma del Manifiesto: los comunistas no esconden sus intenciones. Lógico, dado que pretenden ser la vanguardia del pueblo.


9. Declaraciones de la Habana. Considero que es importante conocer las palabras de una mente tan lúcida y tan clara como la de Fidel Castro, primero por descubrir su brillante y diáfana visión del mundo, y segundo por tener conocimiento de el ejemplo de dignidad universal del pueblo cubano.


10. Charlas en la prisiónMarcelino Camacho explica en un librito de unas 50 páginas  las bases del sindicalismo, con contenido ideológico también muy didáctico para la lucha en los centros de trabajo desde una perspectiva de clase, con párrafos tan esclarecedores como el de la imagen siguiente.



11. Los fundamentos del Leninismo, Iosif Stalin realiza aquí un resumen en un pequeño libro destinado seguramente a la batalla y la formación de las bases, en el que se repasan la síntesis del desarrollo del marxismo aplicado a la época imperialista -esto es, el Leninismo-, con el objetivo de esclarecer las posiciones frente a las habituales perspectivas revisionistas, frecuentes entonces tal como lo son hoy.


12. Anti-Duhring. Aquí damos un pasito a un nivel superior de lecturas. Decía Lenin en el folleto Tres fuentes que el Anti-Dühring era uno de los libros "que no debía faltarle a todo obrero con conciencia de clase". Encargado a Engels para dar respuesta a las críticas sobre Marx de un autor muy influyente en esos años, Eugenio Duhring. La importancia del texto radica en el resumen de la dialéctica que supone el libro, no por la importancia del oponente, cuyo nombre se recuerda precisamente por haberle dedicado Engels esos artículos.

 


13. La ideología Alemana. Obra extensa de la que señalo el capítulo primero, Feuerbach. No publicada en vida de los autores, que la sometieron "a la crítica roedora de los ratones" en un cajón y dedicada al uso particular como forma de acuerdo de los dos grandes pensadores. En este primer apartado veremos una explicación de Engels y Marx sobre el materialismo histórico como intento de comprender el proceso real de producción de la vida. Encontramos en él el desarrollo de las tesis sobre materialismo ("no es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia") y pasajes clarificadores sobre la influencia de la ideología: "Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o dicho de otra forma: la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, a su vez, el poder espiritual dominante".


14. Imperialismo fase superior del capitalismo. Texto de Lenin de gran importancia para comprender las características de la fase del capitalismo que sucedió a la fase vivida por Marx y que el líder soviético analiza con brillantez: la formación de monopolios, el papel de la bancocracia, la forma de movimiento del capital en el mundo del desarrollo de los transportes una vez repartido el mundo entre los países poderosos, etc. Fundamental para comprender el planeta en que vivimos. 

15. La filosofía  como arma de la Revolución, Práctica teórica y lucha ideológica, Aparatos ideológicos del Estado, interesante conjunto de ensayos de  Louis Althusser que nos ayudarán a entender la fuerza del aparato ideológico como forma de dominación de la clase que ostenta la posesión de los medios. Encontraremos una entrevista con respuestas del autor, dos ensayos sobre la teoría y la praxis. Como diría Lenin y resalta el filósofo francés: "sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria". Estilo también muy didáctico que se agradece en la lectura.



16. Introducción a la economía política,  Unos años antes de ser asesinada, Rosa Luxemburgo impartía clases sobre economía política. Al parecer Rosa redactaba notas que le servían de base para sus lecciones y tuvo la intención de publicarlas. No pudo verlo en vida, pero las notas conservadas sirvieron para componer este texto. Recomendable para entender la teoría marxista y analizar el capitalismo. Particularmente me declaro fan incondicional de la fina ironía y la extraordinaria manera de abofetear a diestro y siniestro a los economistas de su época de esta autora imprescindible. 



17. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, de nuevo otra obra de Engels recomendada por Lenin en Tres fuentes. Especie de continuación de La Filosofía alemana, ya fallecido Marx. Desde la sombra de Hegel y Feuerbach, se resumen las ideas del materialismo histórico. 



18. El Capital, tomo primero.  Llegados aquí, es hora de iniciar la lectura de la obra fundamental de Marx. Seguramente es una lectura complicada, pese a que el propio autor expresó en el prólogo de la primera edición que los capítulos más dificultosos son los primeros y que son asequibles a cualquier lector. La verdad es que asequibles son, es decir cualquier persona de cultura media puede acceder a su entendimiento, pero sí es cierto que necesitan una constancia y una voluntad importantes.

Particularmente recomiendo que se lea a la vez que se toman notas. Es decir, ir haciendo un esquema personal que nos sirva para ir siguiendo el hilo. Cualquier trabajador no dispone hoy día de la cantidad de tiempo que se necesitaría para leer (y entender) de una sentada aunque sea el primer tomo. Otra opción es usar algunas de las guías existentes (por ejemplo la de Diego Guerrero, que puedes ver aquí), pero siempre con la lectura conjunta, nunca en vez de

Es un esfuerzo grande pero veréis cómo compensa y qué satisfacción produce el ir desgranando esa cantidad de conocimientos que nos ponen ante los ojos y sin disfraz todas las miserias del capitalismo.


Eso es todo, aunque insisto en la posibilidad de comentar y añadir participaciones. Todos los libros comentados pueden adquirirse a precio asequible en ediciones de bolsillo o de pasta blanda. Añado para quien quiera dos enlaces donde pueden encontrarse en PDF para descargar.

SALUD Y LOS LECTORES QUE SEAIS CUADROS O ASPIRANTES A CUADROS, RECORDAD QUE EN CIERTA FORMA SOIS LOS CONTINUADORES DE LA LUCHA DE CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS POR LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA. Hasta la Victoria siempre!

- Marxist internet archive (en español)

- Biblioteca virtual de la UJC, La caja de herramientas.  


domingo, 26 de julio de 2020

El noticiero sideral


NOTICIERO SIDERAL que desvela espectáculos GRANDES y MUY ADMIRABLES, 
e invita a todos a contemplarlos, pero especialmente a FILÓSOFOS y ASTRÓNOMOS, 
los cuales fueron observados por GALILEO GALILEI, gracias a un CATALEJO recientemente logrado por él, 
en la FAZ DE LA LUNA, en INNUMERABLES ESTRELLAS FIJAS, en el CÍRCULO LÁCTEO, en ESTRELLAS NEBULOSAS, pero especialmente en CUATRO PLANETAS que giran alrededor de Júpiter con distintos intervalos, y periodos, a velocidad sorprendente


De este modo tan espectacular presentaba en el frontispicio o página inicial el editor del Noticiero sideral, Sidereus Nuncius, nombre elegido para presentar al mundo de manera impresa los descubrimientos que Galileo había realizado con su catalejo perfeccionado. No era para menos pues esos descubrimientos eran tan admirables que terminarían de poner el mundo del conocimiento patas arriba, tras el centrifugado revolucionario iniciado por Copérnico.

El mensajero recién llegado de las estrellas era impreso a inicios de 1610. El año antes, Galileo había recibido noticias de un catalejo ideado por un autor holandés y se le encargó perfeccionarlo con fines militares. Galileo usó sus conocimientos matemáticos y físicos para crear un catalejo más potente, que le sirvió para obtener el favor (y la tranquilidad económica) de los Médici. Con esta seguridad pudo dedicarse a lo que de verdad le interesaba, que era dirigir su perspicillum (lente o anteojo, hasta más tarde no sería llamado telescopio) hacia el cielo.

Lo que vio confirmó sus teorías, que refutaban las ideas establecidas en su tiempo y que permanecían inmutables desde tiempos de Aristóteles. Este hecho transformaría nuestro mundo. Tanto es así que aún hoy los seres humanos que habitamos el planeta seguimos sintiendo, aunque no seamos conscientes, sus consecuencias. En una entrada anterior traté de exponer estas consecuencias advirtiendo las conexiones que a través de los siglos nos llevan a los papas actuales con la inquisición que juzgo a Galileo. En esta nueva entrada intentaré explicar por qué. 


Galileo mostrando el uso de su invento al Duque de Venecia, óleo de Bertini.

Galileo dedicó los últimos meses de 1609 a observar como decimos el cielo con su catalejo perfeccionado. Apenas ese tiempo le bastó para tener a principios del año siguiente bastante material para publicar el Noticiero, con datos tan notables que en un librito de apenas cincuenta páginas echaría abajo todo el sistema  planteario aristotélico-ptolemaico, considerado correcto hasta entonces.

Grandes cosas, sin duda, propongo en este breve tratado para que sean examinadas y contempladas por cada uno de los que estudian la naturaleza. Con estas palabras iniciaba el autor su obra, antes de exponer que con su instrumento había logrado ver innumerables estrellas, más de las conocidas hasta la fecha, así como la Luna a gran aumento. De modo que podía afirmar que la Luna  de ninguna manera está cubierta por una superficie lisa y pulida, sino áspera y desigual; y que a semejanza de la faz de la propia Tierra se encuentra llena de grandes protuberancias, profundas lagunas y anfractuosidades.



En esta imagen anterior vemos los primeros dibujos realizados por Galileo (preciosas acuarelas) tras observar la Luna. 
En los dibujos se representa el terminador o línea que separa la zona iluminada de la oscura en la cara de la Luna. Gracias a esta línea y al efecto óptico de las sombras es más apreciable el contorno rugoso, plagado de cráteres, de su superficie. Antes de esta sorprendente observación se daba por hecho que los cuerpos celestes estaban envueltos en una esfera perfectamente lisa, siguiendo el modelo aristotélico: Resultará grato y hermosísimo demostrar, materialmente, que la sustancia de las estrellas que hasta hoy los astrónomos llamaron nebulosas dista mucho de ser lo que se ha creído hasta ahora.

A este descubrimiento le sigue otro no menos admirable: lo que sobrepasa cumplidamente toda admiración, o lo que, ante todo, nos empuja a llamar la atención de todos los astrónomos y filósofos, es precisamente el hecho de que encontremos cuatro estrellas erráticas, que ninguno de ellos conociera ni observara antes que nosotros, las cuales, a semejanza de Venus y de Mercurio alrededor del Sol, tienen
sus propios periodos alrededor de una estrella bastante famosa. Galileo descubría cuatro de los satélites de Júpiter, que lógicamente orbitaban alrededor de este planeta, que a su vez gira alrededor del Sol, con lo cual quedaba definitivamente descartado el modelo establecido.

Es curioso seguir el minucioso detalle de las posiciones de las lunas de Júpiter descritas en el libro. Pero bueno, esto son detalles astronómicos que posiblemente hoy interesen a muy pocos. Vamos a lo que había motivado esta entrada.

¿Qué consecuencias suponen los descubrimientos de Galileo?
Se considera a Galileo el padre de la ciencia moderna. Introdujo el método científico que establece que para desarrollar nuevos conocimientos hay que emplear una determinada norma: la observación, la experimentación y el establecimiento de hipótesis, que posteriormente son contrastadas o refutadas por otros experimentadores. 

Es conocido el afán de experimentación de Galileo, en especial con el famoso experimento en el que arrojaba dos objetos de semejante tamaño y distinto peso, se cree que desde una torre similar a la de Pisa. ¿Cuál es el sentido de esa voluntad por la experimentación?

Tras la publicación del Noticiero sideral, Kepler tuvo en sus manos el libro apenas unas semanas después. Este tardaba apenas unos días en responder escribiendo al italiano una misiva posteriormente publicada y conocida como Conversación con el mensajero de las estrellas. Este curioso diálogo entre mensajeros siderales supone la primera campaña de investigación científica a tiempo real entre distintos puntos del planeta.

Esta es una de las características primordiales del método científico, la posibilidad de establecer un método estable y contrastable que pueda ser observado mediante la experimentación por distintos agentes, aunque no exista relación entre ellos, de manera que las conclusiones obtenidas sean perfectamente objetivas. Esto es, ajenas por completo a la subjetividad de la reflexión de un solo autor o una escuela o tendencia de autores

La realidad así es comprendida por la observación rigurosa de los elementos materiales. No por la reflexión individual de los sujetos, quienes pueden estar influenciados por lo previamente aprendido, sus propias vivencias, el entorno ideológico o cultural, etc.

Otra característica estimable del método científico es que procura llegar al conocimiento de las realidades desarrollando y perfeccionando los elementos tecnológicos (que permiten medir cada vez de manera más exacta y por tanto experimentar con mayor propiedad). Estos avances suponen un desarrollo del ser humano en cuanto a su capacidad para conocer el mundo y la posibilidad de evolucionar hacia modelos de sociedades más alejadas del oscurantismo y las supersticiones. 

Es aquí donde la ciencia choca con las tradiciones, tal y como Galielo se vio obligado a renunciar de sus descubrimientos atormentado por un proceso inquisitorial que le llevó a vivir el resto de sus días detenido en su casa y con sus obras incluidas en el índice de libros prohibidos.


Disculpen el chiste, pero en cierto modo refleja el enojo de Galileo con el papa y su brazo armado Belarmino, sustituyendo brain por dick

La mentalidad supersticiosa y acientífica demuestra un perfecto maridaje con el poder establecido. Los descubrimientos científicos y el avance tecnológico suponen una amenaza para quienes ostentan el poder, pues su intención es la de perpetuarse en un modelo social inalterable, y cualquier advertencia de desarrollo social es vista como una amenaza a su poder.

La lucha de las ideas es desde tiempos de Aristótelés una lucha entre el idealismo y el materialismo, entre las reflexiones reveladoras de un determinado personaje o escuela del saber y las observaciones realizadas mediante el razonamiento riguroso y objetivo a través del estudio de las muestras materiales. 

Si, como decía Althusser, los griegos abrieron el continente Matemáticas con sus hallazgos sobre los números y Galileo inauguró el continente Física con su nuevo método científico, sería Marx quien hubiese dado las llaves de un nuevo territorio inexplorado, que sería el del desarrollo de las ciencias sociales.

No es casual que hoy día veamos a personas proclamando, con éxito de seguidores en todo el mundo, curiosas teorías sobre las vacunas, por ejemplo. No es casual que esto suceda en plena pandemia y que hasta un presidente de un país referente mencione métodos curativos poco rigurosos. No es anecdótico que los terraplanistas proliferen, en una especie de secta anacrónica y absurda. No es accidental que retrocedamos en cuestiones de sexo y género, dando pábulo a los nuevos mercados de la gestación o perpetuando la prostitución como mercado laboral, precisamente ahora que el feminismo comenzaba a desafiar a los poderes establecidos.

Nada de esto es casual. Vivimos tiempos de cambio, por mucho que se hayan esforzado en convencernos de que esto que vivimos es el fin de los tiempos. Seguramente esto pensaron los emperadores romanos o los santos inquisidores que quemaban a los herejes, que su mundo nunca iba a cambiar. El claroscuro o terminador lunar en que nos encontramos pone en evidencia sus contradicciones. El mundo cambiará, las sociedades evolucionarán. Todo se mueve, sin embargo se mueve.

Pues esto es todo de momento con Galileo, amigos. Añado enlace a una versión española del Mensajero Sideral por si acaso. Salud.

Noticiero sideral en español.


Retrato de Galileo atribuido a mi paisano Murillo. 

jueves, 19 de septiembre de 2019

¿Por qué el Anti-Dühring?

Nuestro viejo amigo Vladimiro decía en aquel folleto llamado Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo (aquí se hizo un repaso) que el texto conocido como el Anti-Dühring era uno de los libros "que no debía faltarle a todo obrero con conciencia de clase".

La subversión de la ciencia por don Eugenio Dühring, que era el nombre verdadero, conocido como Anti-Dühring (supongo que como eco de una obra de Julio César dirigida a Cato, Anticato) sabemos que es un texto de referencia para los comunistas, puesto que en un formato breve y muy asequible a cualquier lector resume las ideas principales del materialismo dialéctico. 

En él podemos leer a Engels refutando las teorías de don Eugenio de manera detallada y a al mismo tiempo una especie de contrapartida argumental con las teorías marxistas. Por eso es interesante el texto, porque resulta muy didáctico leer las ideas marxistas expuestas de manera esquematizada y además en cierto modo comparadas con las ideas de un adversario ideológico contemporáneo de Marx y el propio Engels.


Es por eso que recomiendo su lectura a todo estudiante joven o a quien esté queriendo iniciarse en el marxismo, aunque sea talludito como es mi caso. Pero aquí no venimos a hablar del libro. Me interesa más bien dar una respuesta a estas preguntas: ¿quién era Dühring? ¿Por qué Engels le dedicó toda una obra? ¿Por qué se le atacó con esa dureza? 





Si pudiéramos traer, de una manera mágica, al señor Dühring hasta nuestros días y hacer que conviviese en el actual panorama político, yo me apuesto que las cadenas de TV se rifarían su presencia. No sé si los más famosos periodistas de hoy lograrían convencerle; al parecer don Eugenio tenía un carácter complicado, pero seguro que la Sexta Noche habría movido cielo y tierra para llevarle ante las cámaras en su show político nocturno. 


¿Quién era Dühring? En internet pueden leerse comentarios que me parecen un tanto despectivos -Dühring no sería conocido hoy día si Engels no se hubiera visto obligado a mencionarle-, pero es verdad que su mensaje no ha llegado a la posteridad. Lo cierto es que en su tiempo fue un personaje muy peculiar y bastante popular.

David Riazanov, historiador del marxismo y miembro del Partido Bolchevique, escribió (1): "leyendo el Anti-Dühring podría suponerse que era un perfecto cretino. Pero Dühring no era precisamente un mentecato, sino un hombre de gran valía, poseedor de cualidades aptas para suscitar el entusiasmo y la admiración de la juventud. Poseía una cultura enciclopédica que se movía y orientaba libremente en los problemas de las ciencias naturales y la filosofía, de la economía política y del socialismo. Sus doctrinas exponían un sistema ideológico completo y daban respuesta a las preguntas más torturantes." 


Tampoco era precisamente un desconocido en su tiempo. Dice Riazanov: "Había conquistado ascendiente entre la juventud debido al odio que los profesores abrigaban contra él. Añádase que su vida estaba lejos de ser feliz, como no puede serlo la del hombre que a los veintiocho años se queda ciego y está obligado a adquirir todos sus conocimientos con ayuda de otros. Había sufrido mucho y eso contribuía a que conquistara simpatías".


Al parecer fue en su momento una persona muy influyente en el ambiente político de la Alemania de aquellos tiempos. Durante años fue admirado por los jóvenes estudiantes de la Universidad de Berlín. Acompañado de un niño llegaba a la universidad y explicaba filosofía y política ante una legión de admiradores que le escuchaban embelesados. Tal era su autoridad que se puede hablar de un culto a su figura en Berlín. 


Llegó a ejercer influjo incluso entre compañeros de Marx y Engels en el partido socialdemócrata, aunque su ideología era distante a la marxista. Dühring criticó abiertamente las teorías de Marx y era visto por sus admiradores como un radical que señalaba las "deficiencias" del socialismo científico desde una posición más a la izquierda. 

La situación de los socialistas de Alemania era difícil. Presionados por la persecución del gobierno, de un carácter muy reaccionario y represivo, los socialistas alemanes entendieron la conveniencia de unirse en un solo partido. En aquel momento se hallaban divididos en dos grandes tendencias, por una parte los seguidores de las tesis marxistas y por otra los de Lasalle. En 1875 se celebró el congreso de la ciudad de Gotha y se había creado un programa que en cierto modo uniría los propósitos de ambas tendencias, aunque no sin la crítica mordaz de Marx, quien como sabemos redactó un análisis muy duro en su texto Crítica al programa de Gotha

Dice Riazanov que el Partido Socialdemócrata Alemán nació en 1875 producto de la fusión, en el Congreso de Gotha, del Partido Obrero Socialdemócrata -de inspiración marxista y dirigido por Bebel y Liebknecht (padre de Karl, que años después sería asesinado junto a Rosa Luxemburgo)- y la Asociación General de los Trabajadores Alemanas, fundada por Ferdinand Lasalle. Esa unión inspiró una profunda desconfianza en Marx y Engels debido a las profundas concesiones hechas a los seguidores lasallianos. 

Esa desconfianza se agudizó al aumentar el dominio ideológico personificado en la figura de Dühring. El nivel intelectual de la socialdemocracia no era suficientemente elevado para haber aceptado aún, de manera total, las teorías marxistas y permitía ese desliz con tesis opuestas y poco científicas. Escribe Engels en el prólogo a la primera edición: "no se quería dar nuevamente ocasión a una división y confusión sectarias en el partido, todavía demasiado joven, y que acababa de llegar a la unión definitiva".  

Por tanto, un militante curioso que leyese acerca de este pasaje histórico del comunismo podría preguntarse ¿por qué ese ataque tan cruento a un supuesto compañero de partido, cuando era necesaria la unidad de los socialistas en aquel difícil momento?

Si conocemos el detalle de los hechos, la división producida por la distancia ideológica de las dos tendencias y las importantes diferencias teóricas que les separaban, la respuesta es clara. Marx y Engels dedicaron casi toda su vida a mantener la doctrina del socialismo científico, del materialismo dialéctico. El enfoque del profesor Dühring suponía poner en riesgo el avance que hasta el momento se había logrado en el desarrollo del socialismo moderno. Sus ideas eran erróneas e idealistas, aunque de apariencia radical casaban a la perfección con la corriente lasalliana, reformista e inocua para la política dictatorial del gobierno conservador de entonces.   



Veamos algunas muestras de ello en el propio texto. 
En una breve introducción, Engels parece querer sentar las bases del marxismo en un breve texto, como preparación o recordatorio de la lectura posterior. Inicia con una afirmación contundente: el socialismo moderno es por su contenido el producto de la percepción del antagonismo de clase entre poseedores y desposeídos, asalariados y burgueses, por una parte; y de la anarquía reinante en la producción, por otra. Pero, por su forma teórica, se presenta inicialmente como una continuación, en apariencia más consecuente,  de los principios establecidos por los grandes  ilustrados franceses del siglo XVIII.  Como toda nueva teoría, el socialismo moderno tuvo que enlazar con el pensamiento que existía previamente. Pero la raíz, el origen real del socialismo, reside en las condiciones económicas.

Continúa luego: un comunismo ascético que enlazaba con la tradición espartaca, fue la primera forma de la doctrina. Después vinieron los tres grandes utópicos: Saint Simon, Fourier, y Owen. (...) Los tres tienen en común el hecho de no representar los intereses del proletariado.

Un poco después: Semejante tipo de concepción es, en lo esencial, la de todos los socialistas ingleses y franceses y el de los primeros socialistas alemanes, incluyendo a Weitling. El socialismo es la expresión de la verdad absoluta, de la razón y la justicia absolutas, y basta con que sea descubierto para que por su propia fuerza conquiste el mundo; como la verdad absoluta es independiente del tiempo, el espacio y de la evolución histórica, es meramente casual la cuestión del lugar y el momento de su descubrimiento. (...) De ello no podía resultar más que una especie de socialismo ecléctico de término medio que domina las cabezas de la mayoría de los trabajadores socialistas de Francia e Inglaterra; mezcla, de una parte, de las manifestaciones críticas de los principios económicos menos contradictorios y, de otra parte, de las representaciones sociales futuristas de los diversos fundadores de escuela.
Para hacer del socialismo una ciencia había que empezar por situarlo en el terreno de la realidad.

En definitiva, la lucha de Engels contra Dühring es a grandes rasgos la misma de Marx con Proudhon, de Rosa Luxemburgo con Bernstein o Lenin con los mencheviques. 

En la historia del socialismo existen y han existido personajes bienintencionados, de gran influencia y predicamento en las masas, que no empleaban en sus métodos el materialismo sino conceptos idealistas que les llevaban a crear discursos de apariencia radical (o todo lo contrario, de apariencia pacífica y moderada) pero que en el fondo eran inocuos para el sistema, no tenían la consistencia ni la capacidad para hacer daño al capitalismo en sus fundamentos.



1. Enlace al texto completo en Fundación Federico Engels que contiene el interesante artículo de Riazanov Cincuenta años del Anti-Dühring. 




jueves, 23 de mayo de 2019

Rosa Luxemburgo. Introducción a la Economía política.




Unos años antes de ser asesinada, Rosa Luxemburgo impartía clases sobre economía política. En esos tiempos el Partido Socialdemócrata Alemán (de ideología marxista) era bastante numeroso y había creado una escuela con el objetivo de formar a sus cuadros.  Autora reconocida y militante de gran brillo, era la persona idónea para impartir las clases a los afortunados alumnos que asistieron a esos cursos.

Al parecer Rosa redactaba notas que le servían de base para sus lecciones y tuvo la intención de publicarlas. No pudo verlo en vida, pero las notas conservadas sirvieron para editar el libro que traigo hoy, Introducción a la economía política.

En este libro el lector dispone de una lección magistral de la autora que nos lleva a los fundamentos económicos de las sociedades, critica con un fino y punzante análisis las teorías económicas clásicas y, además, expone de manera muy didáctica y con ejemplos accesibles a todos las teorías que Marx planteó en El Capital. 

En entradas anteriores de este blog intenté explicar algunas ideas de El Capital (en este enlace). Esas entradas quedan ridiculizadas ante la brillantez del libro que traemos hoy, pero sirven como ejemplo para mostrar la dificultad que se encuentra a veces en explicar de una manera instructiva las complejas ideas de la obra principal de Marx. La autora logra explicarse de una forma diáfana. Como diría la propia Rosa en este mismo libro: Quien piensa con claridad y domina el tema que está estudiando, se expresará clara y comprensiblemente. Quien se expresa de forma oscura o extravagante, muestra solamente que él mismo no tiene claridad o bien tiene razones para apartarse de la claridad. (Prometo que en mi caso en aquellas entradas fue por falta de claridad, no de voluntad).

Así que tenemos en este libro una excelente oportunidad para profundizar en nuestro conocimiento del marxismo y para avanzar en las lecturas y necesarias relecturas de El Capital.

¿Qué encontramos en Introducción...? A lo largo de seis capítulos, correspondientes a las seis lecciones que la autora pudo redactar, asistiremos a una visión de la economía desde un enfoque materialista, opuesta a los ambiguos argumentos de los economistas reputados en tiempos de la autora (puede extenderse hasta nuestros días), a quienes tritura con su prosa mordaz.

Seremos capaces de entender lo económico como un proceso social, perteneciente y necesariamente ligado al entramado de las sociedades, no como entidades aisladas en forma de un pueblo o un país, sino interrelacionado  en un gran conjunto de influencias mutuas. La autora vivió y redactó estas lecciones en pleno desarrollo imperialista y analiza sus causas y consecuencias: Comenzamos a sospechar que, detrás de esos misterios del comercio exterior, tienen que existir relaciones económicas totalmente diferentes entre las diversas “economías nacionales”, relaciones muy distintas del simple intercambio de mercancías. Sacar permanentemente de otros países más productos que los que uno les da, sólo podría hacerlo, evidentemente, un país que tuviera sobre aquellos otros ciertos derechos económicos. Esos derechos no tienen nada que ver con el intercambio entre iguales. Y semejantes derechos y relaciones de dependencia entre los países existen efectivamente, aunque las teorías profesorales no sepan nada de ellos. Esa relación de dependencia, y en su forma más sencilla por cierto, es la de una de las llamadas metrópolis sobre sus colonias. 

El enfoque materialista nos lleva a explicar los mecanismos de las sociedades a través de los medios por los que produce todo lo que necesita para sostenerse. De este modo sale a la luz que existen fuerzas que se someten a todos los gobiernos y autoridades: Descubrimos entonces que hoy se exporta e importa una “mercancía": el capital. Y esta mercancía no sirve para llenar “ciertas lagunas” de “economías nacionales” extranjeras sino, por el contrario, para crear brechas, abrir grietas y fisuras en los muros de antiguas “economías nacionales”, invadirlas actuando como polvorines y, en corto o largo tiempo, convertir esas “economías nacionales” en escombros. Con la “mercancía” capital se expanden masivamente “mercancías” aún más notables desde algunos países llamados civilizados al mundo entero: modernos medios de transporte y exterminio de poblaciones autóctonas enteras, economía monetaria y endeudamiento del campesinado, riqueza y miseria, proletariado y explotación, inseguridad de la existencia y crisis, anarquía y revoluciones.

La sociedad capitalista, analiza Luxemburgo, esconde tras su aparente orden un enorme caos. Es por esto que sus intelectuales "autorizados" son incapaces de explicar sus mecanismos de una manera científica. Tampoco les interesa, pues quedaría al descubierto que ese mágico equilibrio del libre mercado no es sino la anarquía: En la entidad que abarca océanos y continentes no existe planificación, conciencia ni reglamento, solamente el choque ciego de desconocidas fuerzas incontroladas que juegan caprichosamente con el destino económico del hombre. Desde luego que aún hoy un soberano todopoderoso domina a obreros y obreras: el capital. Pero la soberanía del capital no se manifiesta a través del despotismo sino de la anarquía. Y es precisamente la anarquía la responsable de que la economía de la sociedad humana produzca resultados que constituyen un misterio imposible de predecir para todos los afectados. La anarquía hace de la vida económica humana algo desconocido, ajeno, incontrolable, cuyas leyes debemos descubrir de la misma forma que descubrimos las de la naturaleza. (...) Ya deben de tener claro por qué a los economistas burgueses les resulta imposible explicar la esencia de su ciencia, poner el dedo en la llaga del organismo social, denunciar su malformación congénita. Reconocer y afirmar que la anarquía es la fuerza motriz vital del dominio del capital es pronunciar su sentencia de muerte, afirmar que sus días están contados.

En las siguientes lecciones la autora repasa la formación de las sociedades desde el comunismo originario hasta la llegada de la Edad Contemporánea. Me parece especialmente interesante uno de los capítulos, el cuarto -La producción mercantil- en el que se hace un ejercicio de imaginación mediante el cual Luxemburgo invita a sus alumnos a acompañar a un pueblo imaginario en el paso de una producción manufacturera a capitalista.

Es éste un capítulo de la obra muy recomendable para quienes tengamos algunas dificultades para comprender del todo el primer volumen de El Capital. Con su ejemplo, guiado durante toda la lección, veremos con claridad el proceso de división del trabajo, la importancia creciente del mercado a medida que el capital va tomando fuerza, la enajenación del obrero. Se comprenderán también conceptos fundamentales como el de trabajo socialmente necesario, el fetichismo del dinero (fascinante el supuesto en el que el dinero es el ganado: Como ven, con la difusión del ganado como medio universal de cambio la sociedad sólo puede pensar en formas de ganado. Se habla y sueña permanentemente con ganado. Se erige una verdadera adoración y veneración del ganado: una muchacha es desposada con gusto si sus encantos se ven realzados con grandes rebaños como dote, inclusive si el pretendiente no es criador de cerdos sino profesor, clérigo o poeta. El ganado es la quintaesencia de la felicidad humana. Se dedican poemas al ganado y a su mágico poder, se cometen delitos y asesinatos por el ganado. Y los hombres repiten, sacudiendo la cabeza: “el ganado gobierna al mundo”. Si este proverbio les resulta desconocido, tradúzcanlo ustedes al latín: la antigua palabra romana pecunia = dinero proviene de pecus = “ganado” ). 

En definitiva, una lectura absolutamente necesaria para profundizar o mejorar la comprensión de los fundamentos marxistas, para mejorar nuestra capacidad de análisis de las teorías del establishment en el capitalismo y para quienes tengan que hacer una labor didáctica en su militancia. 

Introducción a la economía política, colección clásicos del pensamiento crítico, ed. Siglo XXI