lunes, 11 de enero de 2021

Sobre la correlación de fuerzas

Imagen de un video difundido por Podemos en el que se explica el motivo por el cual no se ha podido evitar la subida en la factura de la luz pese a ser parte del Gobierno y ostentar carteras ministeriales.


Leemos estos días en las redes y artículos la expresión correlación de fuerzas en referencia a la escandalosa subida del precio de la luz y la capacidad del Gobierno para gestionar este asunto.

El uso actual de esta expresión ha desvalorizado su sentido de tal modo que se evidencia el grado de fetichización de la participación en los parlamentos e instituciones democráticas dentro del sistema en que vivimos. 

Es llamativo que en España hemos pasado de un estado de desinterés político tras la crisis económica de 2008, en la que eran frecuentes las llamadas a no votar y a considerar igual de ineficientes a todos los partidos y a todos los políticos, a un estado de hiperinterés mediático en el que la política se ha convertido en tema de conversación e incluso objetivo de rating televisivo en las horas de más audiencia. Pero siempre limitando la política al aspecto electoral, a los diferentes parlamentos, en especial como es lógico al Congreso de los Diputados, y todo ello en forma de un relato de personajes, de actores, a quienes entregamos todo el peso político.

Es decir, el fetiche consistiría en la política vaciada de su contenido social y rellenado con la abundancia mediática de referencias a los actores parlamentarios y sus vicisitudes dentro de los procesos electorales y las diferentes instituciones representativas.

El grado de fetichismo es tan elevado que hoy día, más que nunca, tener un mayor o menor número de votos supone la medida de eficacia y de éxito, tanto a nivel nacional en los comicios generales como a nivel local, en ayuntamientos, partidos o asociaciones. Tener representación en los diferentes parlamentos y consistorios supone la diferencia entre existir o no existir, tener recursos económicos y mediáticos o no tenerlos, ser alguien o ser un don nadie.

Se dice, por ejemplo, "la correlación de fuerzas de tal o cual personaje político (no sólo en España) es desfavorable, por tanto pocas eran sus posibilidades", en referencia al número de escaños o representantes que posee en la cámara correspondiente. Se trata de un uso limitado y mermado del concepto que en mi opinión favorece más a las posiciones reaccionarias que a las de la izquierda.

La referencia al concepto de correlación de fuerzas es común en los análisis políticos de coyuntura. Dentro del marxismo el concepto adquiere una dimensión superior y que abarca todos los aspectos sociales en su conjunto, en especial en Lenin y en Gramsci.


Correlación de fuerzas en el marxismo.

"Para comprender una situación política y conducir correctamente al movimiento revolucionario se debe comenzar por pasar revista, con la mayor exactitud y tan serenamente como sea posible, a las fuerzas que se enfrentan. ¿Cuáles son esas fuerzas? ¿Cómo están agrupadas unas contra otras? ¿Qué posiciones ocupan en el presente? ¿Cómo actúan?". Este razonamiento hace Lenin y así lo refleja la divulgadora marxista Marta Harnecker en el texto Estrategia y Táctica, cuya lectura puede consultarse aquí

La visión marxista supone de entrada una perspectiva de clase. La correlación de fuerzas políticas es el reflejo de la situación en la que se encuentren las fuerzas sociales, es decir, el contexto político y de relaciones mutuas en el que están inmersas las diferentes clases sociales. 

Para ello, aunque parezca de Perogrullo decirlo (no tanto hoy día) es condición indispensable entender el mundo en que vivimos como un conjunto de clases sociales, y que estas clases sociales son antagónicas, es decir, sus intereses son opuestos y están enfrentados en una suerte de vasos comunicantes: para acrecentar el interés de una clase social es necesario disminuir el de la otra. Como digo esto es mucho suponer en las izquierdas actuales, pero desde la visión marxista es una cuestión insoslayable.

Desde la visión leninista, la difícil tarea de evaluar la correlación de fuerzas sociales le correspondería a una vanguardia política, de cuya capacidad para analizar la situación depende el éxito de la táctica que se emplee. Esta tarea de análisis, tan compleja como decimos, es la que determinaría en la práctica el posicionamiento del conservador que no ve la oportunidad de avanzar y se queda estancado y, en el lado opuesto, la del izquierdista osado que se apresura a dar pasos en el aire y se la pega.

La noción que tratamos por tanto comprende el aspecto social: de la correlación de clases se infiere cuál será la correlación de fuerzas, que en definitiva es la proporción de fuerzas existente entre los enemigos de clase y las fuerzas que posean los revolucionarios en una determinada coyuntura para lograr algún avance social.

Observemos que el modo de afrontar el asunto es similar a un planteamiento bélico. La exposición no es exagerada: en el tema, por ejemplo, con el que se inicia esta entrada, el del precio de la luz, la cuestión puede suponer la diferencia entre poner o no la calefacción en una ola de frío para una familia, o sufrir cortes de luz en un centro médico en el que los pacientes realizan un tratamiento. Es decir, no es desmesurado tratarlo como una guerra cuando están en juego vidas humanas.

Gramsci no se queda corto en el planteamiento agresivo y lo considera una cuestión maquiavélica (de Notas sobre Maquiavelo se extrae el estudio Análisis de las situaciones, relaciones de fuerzas, que puedes consultar aquí). Antonio Gramsci observa que en la cuestión de la hegemonía política hay que tener en cuenta el problema de las relaciones entre estructura y superestructura para hacer un análisis correcto de las fuerzas que operan en un determinado momento.

"Los fenómenos de coyuntura -comenta el pensador italiano- dependen también de movimientos orgánicos, que se pueden llamar de coyuntura, pero su significado no es de gran importancia histórica; dan lugar a una crítica política mezquina, cotidiana, que se dirige a los pequeños grupos dirigentes y a las personalidades que tienen la responsabilidad inmediata del poder".

Más adelante, también Gramsci: "se lee con frecuencia la expresión ´relaciones de fuerza favorables o desfavorables a tal o cual tendencia´. Planteada así, en abstracto, esta fórmula no explica nada o casi nada, porque no se hace más que repetir el hecho que debe explicarse presentándolo una vez como hecho y otra como ley abstracta o como explicación".


En definitiva, la excesiva importancia que se concede a la participación parlamentaria (si nos parece demasiado tildarlo de fetichismo) hace que veamos la cuestión de la correlación de fuerzas de manera limitada y circunscrita al plano parlamentario y electoral. 

Pero ¿cuál es el grado de conciencia de los trabajadores? ¿Cuál es su grado de organización en sindicatos, partidos o asociaciones? ¿Qué referentes políticos tienen a su alcance para tomar conciencia?¿Emplean esos referentes políticos su cargo electoral como altavoz para difundir la ideología que defiende los intereses de clase?

La realidad observada desde la perspectiva materialista y dialéctica,  desde la perspectiva correcta, nos lleva a aumentar la lupa hasta el plano social. Aumentamos el diafragma e incluimos también en la imagen la cuestión de las fuerzas sociales, no sólo la cuestión política o económica, también la ideológica. No olvidemos que la panorámica social que toman los comicios electorales, aunque es un buen termómetro, no deja de ser la visión del sentido común, esto es, de la ideología dominante en ese determinado momento.





viernes, 4 de diciembre de 2020

Lo que todo revolucionario incipiente debe leer

Aprende, marginado, hombre del campo,
aprende, ocupante de la cárcel,
aprende, mujer atada a la cocina,
¡aprende sexagenaria!
Prepárate para gobernar.
Ven a la escuela, hombre sin techo.
El saber es para ti que tienes frío.
Hambriento: toma con fuerza el libro: es un arma.
Prepárate para gobernar.

¡No temas preguntar las cosas, camarada!
No te dejes influenciar,
averigua tú mismo.
Lo que no sabes por cuenta propia
no lo sabes.

Bertolt Brecht, Elogio del estudio



Entre las ventajas de militar está la ocasión de aprender de camaradas más veteranos o con más experiencia. Precisamente por experiencia, por tener una edad, sé lo importante que es y los años que nos ahorraríamos de estar bien asesorados. Cuántas veces hemos pensado ojalá me hubieran hecho saber antes de esta lectura, de esta película o de esta música. De ahí la importancia de participar en las actividades que organizan los comunistas: siempre aprendes algo, seas joven o mayor.

Uno de los temas recurrentes, por lo que veo, es el de por dónde empezar a leer o qué textos recomendar a un compañero interesado en empezar a estudiar o que tenga curiosidad por conocer más sobre el comunismo.

De eso va esta entrada. Aclaro que me animo a hacerlo no porque me considere capacitado de una manera especial, sino precisamente por ser totalmente ordinario. Como suelo decir en este blog, mi opinión puede ser interesante porque soy un militante del montón, y al ser por tanto como muchos es probable que haya pasado por las mismas inquietudes, problemas y dudas que la mayoría.

Además, el blog permite hacer comentarios, que en este caso serán más bienvenidos que nunca para quien quiera aportar su experiencia particular. Así se completará esta lista que, claro está, es insuficiente y rudimentaria.

Vamos al grano. Separo primero un par de puntos para hacer dos aclaraciones iniciales y luego iré desglosando las lecturas una por una (por orden de dificultad, de modo que las primeras serían para un lector iniciado y las últimas para los más avanzados).


Importancia de tener conocimientos generales: el comunismo (socialismo, marxismo, materialismo dialéctico, son términos semejantes y todos ellos puedes encontrar en los textos) es mucho más que una teoría política o un método económico. Quienes creen que el comunismo es simplemente una determinada actitud política o un conjunto de medidas económicas es porque jamás han visto un texto marxista.

A medida que vayamos profundizando en las lecturas veremos que los comunistas se preocupan por todos los aspectos del conocimiento, por la Ciencia en general y todo el saber que provenga especialmente de los métodos científicos. Al tratarse de temas relacionados con la sociedad, obviamente son preponderantes los asuntos que tienen que ver con lo que se llama Ciencias Sociales o Humanidades (Sociología, Política, Economía, Antropología, etc).

Es conveniente tener aunque sea algunos conocimientos sobre Filosofía. Nos encontraremos frecuentes menciones a conceptos filosóficos (idealismo, materialismo, metafísica, dialéctica, etc) o citas a autores como Hegel o Feuerbach. Por ello es recomendable que busquemos información sobre estos aspectos. Asimismo veremos que los autores aluden a las situaciones históricas de su época, a los personajes relevantes y a las circunstancias que vivían. Es obvio, dado que el comunismo no es sólo teoría sino también praxis (práctica). Sobre todo praxis, deberíamos decir. Así pues comprenderemos mucho mejor los textos clásicos si conocemos cómo era la época en la que vivían sus autores, es decir, tener también algunos conocimientos sobre Historia

Aunque parezca simple o pueril, yo recomendaría al militante tener en su biblioteca particular algún manual (tipo ESO o bachillerato, o para quien quiera profundizar más algún manual de primeros años de carrera) sobre Filosofía y sobre Historia.

Y por aquello de conocer también al enemigo, añadiría también algún manual sobre Economía (en este caso de autores de la economía capitalista, claro) que contenga los conceptos básicos para conocer los elementos primordiales del sistema en que vivimos (multinacional, bolsa, PIB, crédito, y toda esa jerga) y menciones a los autores clásicos del capitalismo (Smith, Ricardo, Keynes).

 



Manuales y textos de resumen: los camaradas más experimentados suelen decir que es recomendable leer las fuentes directas. Por supuesto, lo ideal sería leer directamente a Marx y a Engels, todas las obras que podamos, desde su inicio sin ningún intermediario ni interpretación, tal y como harían sus seguidores en su tiempo. 

No olvidemos que Marx y Engels escribían para los trabajadores. Habrían caído en una tremenda incoherencia si no hubiesen escrito pensando en que sus textos iban dirigidos para la batalla de la lucha diaria. La mayoría de textos escritos por ellos son claros y directos y sólo necesitan del interés del lector para ser comprendidos.

Sin embargo, Carlos y Federico no dejaron textos que tuviesen sistematizado o esquematizado el contenido de sus teorías. Pienso que esto se debe en parte a que el marxismo no es un dogma, no es un patrón que pueda aplicarse a cada situación como aplicamos una regla o un termómetro, cada momento requiere un análisis concreto. También debemos pensar que la ciencia creada por ellos recién era inaugurada y aún hoy, siglo y medio después, se encuentra en desarrollo. Y, por supuesto, que la tarea titánica de escribir el Capital y fundar la Primera Internacional, todo ello bajo el acoso de las autoridades, no debía dejar mucho tiempo al diseño de manuales.

Marta Harnecker es el ejemplo quizás más conocido de creación de escritos formativos. Autora chilena colaboradora de fundamentales experiencias sociales como el gobierno de Cuba, el de Allende y también de Hugo Chávez. Escribió los Cuadernos de educación popular y Los conceptos elementales del materialismo histórico, textos muy populares para todos los militantes. En ellos podemos encontrar perfectamente sistematizados y estructurados por temas los principios del marxismo, de un modo muy asequible al lector.

Georges Politzer fue un filósofo y psicólogo marxista, profesor de materialismo dialéctico en la Universidad Obrera de París. Ejecutado por los nazis a causa de su actividad en la resistencia francesa, sus alumnos editaron en forma de manual los contenidos de sus clases en un libro también muy popular, Principios elementales y fundamentales de filosofía

Recomiendo encarecidamente la lectura de ambos textos para los interesados que se inicien en el marxismo, de modo que tendrán una primera impresión bien organizada y esquematizada de los dos aspectos principales del comunismo, el materialismo histórico y la dialéctica.

Añado también el libro Fundamentos del materialismo dialéctico e histórico, de Spirkin y Yajot, breve texto que resume de manera brillante estos asuntos desde la perspectiva soviética. También es muy interesante, como contrapunto a los soviéticos, la labor formativa y divulgadora del argentino Néstor Kohan, autor de diversos libros que dan una visión muy cercana y actual del marxismo; sus participaciones en seminarios y cursos son muy amenas y pueden consultarse en Youtube, recomiendo echarles un vistazo. 



1. Principios del comunismo. Escrito elaborado por Engels como proyecto para presentar a la Liga de los Comunistas pero que él mismo descartó y prefirió que fuese redactado por el propio Marx. Escrito en forma de catecismo de preguntas y respuestas. Lo cito porque creo que aclara al lector inicial bastantes aspectos del Manifiesto, cuya lectura sin explicaciones puede desanimar al principiante.


2. El Manifiesto del Partido Comunista. Texto mítico que no necesita presentación. Baste decir que sirvió como programa para unificar a los comunistas de todos los países. Sienta las bases principales del comunismo, el análisis de la sociedad burguesa y la necesidad de enfocarla en la lucha de clases, y en su parte final expone la táctica de los comunistas en cuanto a los demás partidos obreros. Obligada lectura.


3. Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo. Carlos Marx. Federico Engels. Incluyo juntos estos tres folletos de Lenin, tres breves textos de batalla en los que resume de manera brillante la obra de ambos autores y sus fuentes. En la edición de la editorial Progreso de los textos escogidos de Lenin, cuyo orden es cronológico, estos tres panfletos vienen separados en primer lugar; que hayan sido escogidos para el inicio no es casual. En Tres fuentes encontramos frases dignas de enmarcarse como: "Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase".



4. Prólogo a la Crítica de la Economía Política. El prólogo de esta obra contiene una síntesis de Marx sobre la interpretación materialista de la historia y una mención a los conceptos de infraestructura y superestructura. Una de sus frases es bien conocida: "No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia".


5. Trabajo asalariado y capital. Aquí Marx inicia los ensayos puramente económicos. Por supuesto carece aún de la profundidad y rigor científico de El capital pero para el trabajador que se inicia en el marxismo resultarán reveladores los descubrimientos del autor sobre la fuerza de trabajo, la mano de obra y su empleo como mercancía.



6. El Estado y la Revolución. Lenin desarrolla la teoría de Marx sobre el Estado. En ella descubrimos que El Estado es el órgano de la dominación violenta de una clase sobre otra y que para alcanzar el socialismo los trabajadores deben destruir la vieja máquina del Estado burgués e instaurar su dictadura.


7. La vida y el pensamiento revolucionario de Marx y Engels, de David Riazanov. Para tener una visión completa es interesante además leer alguna biografía. Ésta además parte de la premisa de ser una biografía realizada desde el materialismo, esto es, explicando la trayectoria de ambos autores desde sus circunstancias personales y los condicionantes de su época. En formato de conferencias dadas por el autor, separadas en capítulos que corresponden con las etapas vitales. Interesante lectura para que entendamos qué lejos de la verdad se encuentran quienes afirman que Marx y Engels eran burgueses y teóricos de gabinete. 


8. Un partido con las paredes de cristal. Álvaro Cunhal, secretario general del Partido Comunista de Portugal entre 1961 y 1992. "Nos proponemos decir con veracidad cómo somos, cómo pensamos, cómo actuamos, cómo luchamos, cómo vivimos nosotros, los comunistas portugueses. Se dirá todo, tornando trasparentes las paredes de nuestro Partido, de modo que quien está fuera pueda observar al Partido como a través de paredes de cristal". Escrito en palabras muy claras con un evidente afán didáctico, responde a aquel axioma del Manifiesto: los comunistas no esconden sus intenciones. Lógico, dado que pretenden ser la vanguardia del pueblo.


9. Declaraciones de la Habana. Considero que es importante conocer las palabras de una mente tan lúcida y tan clara como la de Fidel Castro, primero por descubrir su brillante y diáfana visión del mundo, y segundo por tener conocimiento de el ejemplo de dignidad universal del pueblo cubano.


10. Charlas en la prisiónMarcelino Camacho explica en un librito de unas 50 páginas  las bases del sindicalismo, con contenido ideológico también muy didáctico para la lucha en los centros de trabajo desde una perspectiva de clase, con párrafos tan esclarecedores como el de la imagen siguiente.



11. Los fundamentos del Leninismo, Iosif Stalin realiza aquí un resumen en un pequeño libro destinado seguramente a la batalla y la formación de las bases, en el que se repasan la síntesis del desarrollo del marxismo aplicado a la época imperialista -esto es, el Leninismo-, con el objetivo de esclarecer las posiciones frente a las habituales perspectivas revisionistas, frecuentes entonces tal como lo son hoy.


12. Anti-Duhring. Aquí damos un pasito a un nivel superior de lecturas. Decía Lenin en el folleto Tres fuentes que el Anti-Dühring era uno de los libros "que no debía faltarle a todo obrero con conciencia de clase". Encargado a Engels para dar respuesta a las críticas sobre Marx de un autor muy influyente en esos años, Eugenio Duhring. La importancia del texto radica en el resumen de la dialéctica que supone el libro, no por la importancia del oponente, cuyo nombre se recuerda precisamente por haberle dedicado Engels esos artículos.

 


13. La ideología Alemana. Obra extensa de la que señalo el capítulo primero, Feuerbach. No publicada en vida de los autores, que la sometieron "a la crítica roedora de los ratones" en un cajón y dedicada al uso particular como forma de acuerdo de los dos grandes pensadores. En este primer apartado veremos una explicación de Engels y Marx sobre el materialismo histórico como intento de comprender el proceso real de producción de la vida. Encontramos en él el desarrollo de las tesis sobre materialismo ("no es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia") y pasajes clarificadores sobre la influencia de la ideología: "Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o dicho de otra forma: la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, a su vez, el poder espiritual dominante".


14. Imperialismo fase superior del capitalismo. Texto de Lenin de gran importancia para comprender las características de la fase del capitalismo que sucedió a la fase vivida por Marx y que el líder soviético analiza con brillantez: la formación de monopolios, el papel de la bancocracia, la forma de movimiento del capital en el mundo del desarrollo de los transportes una vez repartido el mundo entre los países poderosos, etc. Fundamental para comprender el planeta en que vivimos. 

15. La filosofía  como arma de la Revolución, Práctica teórica y lucha ideológica, Aparatos ideológicos del Estado, interesante conjunto de ensayos de  Louis Althusser que nos ayudarán a entender la fuerza del aparato ideológico como forma de dominación de la clase que ostenta la posesión de los medios. Encontraremos una entrevista con respuestas del autor, dos ensayos sobre la teoría y la praxis. Como diría Lenin y resalta el filósofo francés: "sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria". Estilo también muy didáctico que se agradece en la lectura.



16. Introducción a la economía política,  Unos años antes de ser asesinada, Rosa Luxemburgo impartía clases sobre economía política. Al parecer Rosa redactaba notas que le servían de base para sus lecciones y tuvo la intención de publicarlas. No pudo verlo en vida, pero las notas conservadas sirvieron para componer este texto. Recomendable para entender la teoría marxista y analizar el capitalismo. Particularmente me declaro fan incondicional de la fina ironía y la extraordinaria manera de abofetear a diestro y siniestro a los economistas de su época de esta autora imprescindible. 



17. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, de nuevo otra obra de Engels recomendada por Lenin en Tres fuentes. Especie de continuación de La Filosofía alemana, ya fallecido Marx. Desde la sombra de Hegel y Feuerbach, se resumen las ideas del materialismo histórico. 



18. El Capital, tomo primero.  Llegados aquí, es hora de iniciar la lectura de la obra fundamental de Marx. Seguramente es una lectura complicada, pese a que el propio autor expresó en el prólogo de la primera edición que los capítulos más dificultosos son los primeros y que son asequibles a cualquier lector. La verdad es que asequibles son, es decir cualquier persona de cultura media puede acceder a su entendimiento, pero sí es cierto que necesitan una constancia y una voluntad importantes.

Particularmente recomiendo que se lea a la vez que se toman notas. Es decir, ir haciendo un esquema personal que nos sirva para ir siguiendo el hilo. Cualquier trabajador no dispone hoy día de la cantidad de tiempo que se necesitaría para leer (y entender) de una sentada aunque sea el primer tomo. Otra opción es usar algunas de las guías existentes (por ejemplo la de Diego Guerrero, que puedes ver aquí), pero siempre con la lectura conjunta, nunca en vez de

Es un esfuerzo grande pero veréis cómo compensa y qué satisfacción produce el ir desgranando esa cantidad de conocimientos que nos ponen ante los ojos y sin disfraz todas las miserias del capitalismo.


Eso es todo, aunque insisto en la posibilidad de comentar y añadir participaciones. Todos los libros comentados pueden adquirirse a precio asequible en ediciones de bolsillo o de pasta blanda. Añado para quien quiera dos enlaces donde pueden encontrarse en PDF para descargar.

SALUD Y LOS LECTORES QUE SEAIS CUADROS O ASPIRANTES A CUADROS, RECORDAD QUE EN CIERTA FORMA SOIS LOS CONTINUADORES DE LA LUCHA DE CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS POR LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE OBRERA. Hasta la Victoria siempre!

- Marxist internet archive (en español)

- Biblioteca virtual de la UJC, La caja de herramientas.  


lunes, 9 de noviembre de 2020

¿USA vuelve a salvar la Democracia?



Recién conocemos el resultado de las elecciones USA, tras un eterno recuento en estados como Nevada o Dakota, cuyos nombres nos evocan las películas de los hermanos Coen.

Curiosamente se habló de tongo en el peculiar sistema de voto norteamericano, país que es el más observador, escrutador, fiscalizador y manipulador de los comicios de otros países a lo largo del Globo. Pero al fin hubo fumata blanca y ganó el que debía ganar, con gran alivio de la izquierda mundial, el señor Biden.

En esta entrada se hace un modesto análisis sobre la influencia que puede tener el resultado en España, teniendo en cuenta que desde la izquierda patria se ha calificado de positivo y de ilusionante. Incluso se ha aplaudido que esta victoria represente el avance de un sector teóricamente más democrático, frente a las maneras despóticas de Trump, más próximo a la idiosincrasia de la ultraderecha europea, y se ha celebrado la enseñanza que la democracia estadounidense ha dado al mundo.

No vamos a hacer referencia a las enseñanzas democráticas que podemos recibir de un país que sistemáticamente ha adulterado los resultados electorales de decenas de países, que ha impulsado y patrocinado golpes de Estado, que ha bloqueado economías de países enteros, que ha promovido atentados terroristas y asesinatos o ha empleado armas de destrucción masiva para doblegar a gobiernos que molestaban a sus intereses. Obviaremos este aspecto (que es mucho obviar, pero no queremos que nos pongan el sambenito de hipercríticos ni de aguafiestas).



¿Enfrentamiento de progresistas contra totalitarios?

Por suerte para los encargados del recuento de papeletas de Montana y para la salud de Antonio García Ferreras, el sistema político de EEUU es una democracia bipartidista. Sólo hay dos partidos, como sabemos, el Demócrata (Biden) y el Republicano (Trump). Realmente se presentan otros partidos (Libertario, Verde) pero su presencia es testimonial. Pese a que este año se presentaba la mediática candidatura del ¿músico? Kanye West, marido de la ¿actriz? Kim Kardashian, los dos grandes partidos copan más del 95% del electorado.

La propuesta bipartidista, aparte de simplificar mucho la cuestión y economizar polémicas, se presta convenientemente a reforzar la idea de la oposición y polarización entre ambas posturas. Hay que escoger bando, o se está de un lado o de otro. Criticar a Biden implica un cierto menoscabo al pertinente rechazo a Trump, dentro del silogismo falaz tan de moda en la nueva política. No hay posibilidad de matices ni de planteamientos alternativos que vayan más allá del conocido susto o muerte, Guatemala o Guatepeor. Pero obviemos también esto.

Supongamos que, efectivamente, las fuerzas democráticas acaban resumiéndose en EEUU en dos grandes tendencias, como una especie de gran segunda vuelta de dos finalistas, que corresponderían a una fuerza ultra conservadora, proteccionista, racista, bélica, totalitaria, personificada en el hombre naranja, Trump; enfrente tenemos una fuerza progresista, abierta, con ciertas inquietudes sociales, más democrática y solidaria, ejemplificada en personalidades como el propio Biden o su vicepresidenta Kamala Harris. 

Así pues, la teoría de la "lección democrática" de EEUU estaría fundamentada principalmente en la apreciación o en la percepción subjetiva que se haga de los dos bandos, en su simbolismo para la democracia mundial o tal vez en el bagaje ideológico que comprende cada uno de los bandos. Progresismo frente a autoritarismo. 

Pero todos sabemos que, en el fondo, en lo primordial, las decisiones importantes de ambos partidos son bastante similares. El sistema económico se diferencia en matices, pero coincide en lo fundamental. En cuanto a lo internacional, Obama también bombardeó países, también deportó inmigrantes, también bloqueó económicamente a gobiernos democráticos, también... (lo dejamos aquí, sigamos obviando). 

Dejando a un lado la afinidad en el gusto por los bombardeos y las deportaciones,  y puesto que el análisis no puede -no debe- basarse en apreciaciones subjetivas, podríamos decir entonces que son matices económicos los que diferencian, más allá del valor simbólico o ideológico, a ambas tendencias. Donde decimos autoritarismo debemos entender conservadurismo neoliberal y donde decimos progresismo debemos leer socialdemocracia y estado de bienestar. En el mejor de los casos (espulgadas todas las obviedades), este sería el meollo de la teoría del rescate de la democracia en EEUU, según nuestros representantes progresistas españoles.

Un poco de materialismo aquí, por favor. 

Como hemos hecho otras veces en este blog, nos ponemos las gafas con filtro materialista y volvemos a mirar. 

No hace falta profundizar en los vericuetos más ocultos de los autores clásicos para encontrar contundentes definiciones de la democracia en capitalismo. A simple vista nos aparecen en las obras más conocidas. El amigo Marx decía, sólo en el Manifiesto, que el gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes a toda la clase burguesa

Lenin tampoco se andaba con rodeos y en Estado o Revolución afirma que es una democracia para una minoría insignificante, democracia para los ricos: esa es la democracia de la sociedad capitalista. 

La experiencia de la interpretación de otros momentos pasados nos tiene que haber enseñado que sólo desde una perspectiva materialista se comprenden e interpretan debidamente los procesos históricos. Reducir la pugna electoral a un enfrentamiento entre ideas conservadoras y progresistas es pueril. ¿Puede tener cierta influencia ideológica o social? Pues si, puede. Pero solo en lo superficial. Esta forma de interpretar la situación vendría bien a quienes confían todo al resultado de las elecciones, que tantas veces hemos visto la escasa influencia que tiene en la clase trabajadora. ¿Sirve la victoria de Biden como modelo democrático a otros países? Puede que refleje alguna idea en votantes de otras partes. Pero ni el enorme aparato propagandístico que sustenta la candidatura de Trump se mueve sólo por patriotismo con modales autoritarios, ni la maquinaria electoral que impulsa a Biden se mueve por filantropía democrática. Tras ellos hay intereses económicos de enorme fuerza.

Que Twitter censurara al todavía presidente Trump da bastantes pistas acerca de una posible hipótesis que no necesite recurrir a explicaciones idealistas, bastante diferente del discurso elogioso a la nueva presidencia que se ha hecho en la izquierda española. Vamos a ella.



Una hipótesis quizás no muy elaborada pero seguramente más cercana a la realidad.

1. La crisis del coronavirus (más bien repunte del ciclo de crisis ante la incapacidad del sistema capitalista para resolver imprevistos como el que estamos viviendo, frente a la manifiesta superioridad de economías con cierta capacidad de planificación y sistemas públicos asistenciales) ha dejado muy tocada la credibilidad del sistema. Al capitalismo se le han visto de pronto todas las vergüenzas

2. En esta tesitura, en la que el imperio norteamericano ya venía tocado de las disputas tecnológicas con China y con miles de muertos y contagiados rechazados en hospitales por no tener seguro médico (el país más afectado por el virus), y ante el miedo de que el golpe le hiciera besar la lona, había que actuar de manera rápida. Mucho más frente a un Xi Jinping que anunciaba en la OMS que su vacuna iba a ser gratuita y un Putin que afirmaba haber vacunado a su propia hija con la vacuna Sputnik, mientras el alcalde de New York preparaba fosas comunes en Central Park.

3. Frente a esta situación crítica, el capital puede optar por dos caminos para salir del atolladero. La salida radical con tintes fascistoides, enrocarse en una posición neoliberal extrema y proteccionista, de muros anti emigrantes y provocaciones internacionales a los estados que osan cuestionar su sometimiento, por ejemplo Venezuela, tensar la situación internacional hasta provocar una guerra con cualquier pretexto. Esta vía, cuyo actor principal encarnaba a la perfección Trump, probablemente ya había agotado sus posibilidades: ni el proteccionismo arancelario ni el liberalismo a ultranza habían podido frenar la preponderancia tecnológica de China ya. Y una guerra podría haber puesto en cuestión la supremacía del ejército americano, pilar de su imperio, ante la superioridad rusa y china.

4. Sin embargo los trabajadores del mundo ya no tienen un referente similar a la URSS o la RDA, los dignos ejemplos como Cuba (capaz de competir en biotecnología y enviar brigadas médicas a otros países) son minimizados por un imperio mediático controlado por el capital. En la era de la información, con mayor capacidad para acceder a los datos, nos encontramos más desinformados que nunca

5. Así pues cabe valorar la otra alternativa, la vía moderada. La salida del auto rescate del capital, de las reformas, de las medidas keynesianas de inyección a las inversiones públicas, planes de sostenimiento social, ayudas a los sistemas públicos, subidas de impuestos, permisividad en el endeudamiento a los estados deficitarios, etc. 

6. Esto explicaría la transigencia del FMI con respecto a los planes de ingresos mínimos vitales, la condescendencia de los países "frugales" -más Alemania y Francia- al histórico Plan de Recuperación de la UE (ver entrada anterior bastante aclaratoria al respecto) e incluso me atrevería a decir la sorprendente actitud sesgada hacia la izquierda del Papa, ahora conocido como ciudadano Bergoglio para la extrema derecha hispánica. 



¿Y qué pasa con España entonces?

- Podría decirse que en general la política española ha recibido a los nuevos americanos con alegría. El nuevo Plan Marshall (en términos empleados por el propio Pedro Sánchez) de la Resiliencia europea fue el momento histórico del mes de octubre. Bien es cierto que como maná nos llegará la inyección de capital, en especial si como se ha afirmado en la presentación de los Presupuestos Generales se dedican partidas a necesidades prioritarias como la Ayuda a Domicilio, becas para estudiantes o la Atención Primaria. Aunque los dineros estarán fiscalizados por el freno de mano de la frugalidad. En teoría esta nueva y sorprendente permisividad de la UE nos permitirá hacer inversión pública, crear planes de empleo, algunas infraestructuras y, cómo no, ayudas a las empresas.

- Los planes de ingresos vitales y la elaboración de ERTES, pactados con gran velocidad en el diálogo social, se ajustan como anillo al dedo a esta tendencia de nuevo keynesianismo, (incluso han sido celebrados por autores neoliberales y grandes empresarios) y se ajustan también a las recomendaciones del Papa y en especial a las bendiciones de los que mandan en la Tierra, el FMI y el BCE.

 - El asunto de las vacunas. Hoy anunciaba la empresa Pfizer que ha realizado ensayos con un 90% de efectividad en su vacuna. Inmediatamente la empresa daba un enorme salto en su cotización en bolsa y el IBEX subía un 8%. ¿A qué se debe esto? Como sabemos desde hace meses, el Gobierno tiene contratada la futura distribución de la vacuna con grupos empresariales americanos. Es bastante improbable, por no decir imposible, que veamos aquí la vacuna china o la Sputnik, de hecho es bastante complicado encontrar alguna información sobre estas vacunas en medios nacionales. El mencionado Plan de Recuperación de la UE ya incluye que parte del gasto se dedique a comprar a las farmacéuticas del entorno occidental. Es por esto que en los Presupuestos Generales presentados el pasado mes, la partida destinada a Sanidad se incrementaba un 150 por ciento, más de 3.000 millones de euros, de los cuales 2.400 millones serán del Fondo REACT-EU e irán dedicados al refuerzo de la Atención Primaria y a la compra de vacunas

- La alternativa fascistoide en España, enojada por la derrota Trumpista, puede que cumpla aquí el mismo papel que en otras colonias americanas de Europa, la del Coco. Cuando alguien se atreva a cuestionar las progresistas medidas sale el coco fascista que nos recuerda que hay cosas peores. Por suerte de momento no parece previsible que el juego se les escape de las manos y tengamos una Marine Le Pen en España: la torpeza de los encargados de la marioneta, señoritos cortijeros berlanguianos e incompetentes antifeministas, nos salva. Pero no debemos descartar su crecimiento, dado que carecen de depredador natural en nuestro país, con una izquierda desprovista de ideología de clase.


En conclusión, aunque nos duela, es más acertado intentar analizar la realidad desde las motivaciones materialistas. Además debemos considerar los diferentes hechos no como situaciones aisladas, sin relación unas con otras. Todo tiene una consecuencia. Ni la permisividad de las instituciones antes tan estrictas y ahora espléndidas, ni los favores de la UE, ni la subida en bolsa de las farmacéuticas son hechos inconexos. Todo está relacionado y todo tiene una explicación razonada, y el engranaje de la realidad social se aprecia mejor si lo observamos desde la existencia de las clases sociales y de los grandes intereses económicos.

miércoles, 21 de octubre de 2020

El Plan de Resiliencia europeo y la acumulación de capital

"La violencia es la partera de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva. Es ella misma una potencia económica." Marx, capítulo XXIV de El Capital, apartado 6, Génesis del capital industrial.



En esta entrada trataremos la relación entre deuda pública y acumulación de capital. Comprobaremos su importancia al establecer a comparación las conclusiones que obtengamos con la realidad misma de la actualidad española, analizando el considerado como "acuerdo histórico" del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La cuestión no es insignificante, pues afectará a la sociedad española, al trabajo, a las infraestructuras o a los servicios públicos, en general a la vida de todos en las próximas décadas, ante la influencia de la pandemia.


La deuda pública como parte necesaria en el origen del proceso de acumulación.

Si ustedes recuerdan, allá por el mes de marzo (cuando ya era evidente que debíamos confinarnos y ya no se veían tan ridículos a los chinos con sus mascarillas), se produjo una cruenta polémica entre los Estados miembros de la UE, que enfrentaba a un grupo de países del sur con los denominados "países frugales". 

En ella el primer ministro de Portugal llegó a tildar de "repugnante y mezquino" a su homólogo holandés (aquí un enlace a noticia de aquellos días por si quieren refrescar la memoria). Aquel enfrentamiento ponía cara a cara a estos países llamados frugales, capitaneados por Holanda y su beligerante primer ministro Mark Rutte, y que vendrían a agrupar a Países Bajos, Austria, Suecia o Dinamarca, frente a otros como Portugal, Italia o España. Si recordamos, las noticias nos llevaron la buena nueva de que Francia o Alemania, en una posición mediadora, lograron forzar una postura equitativa y la resolución del famoso acuerdo. En aquel suceso la elección del término frugal para referirse a estos países nórdicos parece cualquier cosa menos casual. 

La calificación de frugal sugiere en el imaginario popular la idea de que estos países nórdicos son ahorradores, austeros y eficientes, en oposición a los meridionales, despilfarradores, manirrotos y dispersos. El fondo económico de este calificativo estaría en el déficit de cada Estado, esto es, la relación entre el gasto y los ingresos. Los países sureños habrían desaprovechado la época de las vacas gordas para equilibrar su déficit, cosa que sí hicieron los nórdicos. Es decir, dentro de la habitual lógica idealista del capitalismo, ajena al análisis materialista tan frecuentemente, la cuestión de la frugalidad vendría a ser una versión moderna de la fábula de Esopo sobre la cigarra y la hormiga. 


Podríamos preguntarnos una cosa. ¿Han sido esos Estados frugales desde siempre? ¿Cuándo aprendieron frugalidad y cómo así, que nosotros nos perdimos la clase?

En el famoso capítulo XXIV del que se extrae la cita que encabeza esta entrada, Marx describe el proceso de acumulación originaria. Esta acumulación primaria, dice nuestro amigo Carlos, hace las veces de la manzana de Adán en la Biblia, es el pecado original del capitalismo, un no se culpe a nadie del reparto de papeles que le ha tocado vivir a cada nación. Recomendable repasar este fundamental capítulo para entender cómo se produce la acumulación a través de las etapas históricas del capitalismo.

Casualmente, Holanda es citada unas veinte ocasiones en él. Podemos leer, por ejemplo: "Bajo el sistema colonial, prosperaban como planta de estufa el comercio y la navegación. Las colonias brindaban a las nuevas manufacturas, que brotaban por todas partes, mercado para sus productos y una acumulación de capital intensificada gracias al régimen de monopolio. El botín conquistado fuera de Europa mediante el saqueo descarado, la esclavización y la matanza refluían a la metrópoli para convertirse aquí en capital. Holanda, primer país en que se desarrolló plenamente el sistema colonial, había llegado ya en 1648 al apogeo de su grandeza mercantil."

Durante el siglo XVII, la supremacía comercial establece las bases de la supremacía industrial. Es por esto la relevancia que las naciones poderosas daban a la posesión de colonias. El comercio entre puntos distantes del globo lleva a la creación de los créditos y los primeros bancos. La propia palabra banco tiene su origen en Italia, donde sobre bancos (escritorios) los primeros banqueros realizaban sus préstamos. En ciudades como Génova o Ámsterdam se cocinaban las grandes operaciones económicas coloniales. Familias como los Fugger o los Médicis fueron los precursores de la deuda entre Estados: "La deuda pública se convierte en una de las palancas más potentes de la acumulación originaria. Es como una varita mágica que infunde virtud procreadora al dinero improductivo y lo convierte en capital (...). La deuda pública ha venido a dar impulso a las sociedades anónimas, al tráfico de efectos negociables de todo género, al agio (especulación sobre el cambio de moneda); en una palabra, a la lotería de la bolsa y a la moderna bancocracia".

Esa bancocracia, o excesivo poder de los bancos en los distintos gobiernos, son desde su origen muy similares a lo que son ahora, sociedades de intereses económicos: "los grandes bancos no fueron nunca más que sociedades de especuladores privados que cooperaban con los gobiernos y que, gracias a los privilegios que éstos les otorgaban, estaban en condiciones de adelantarles dinero. Por eso, la acumulación de la deuda pública no tiene barómetro más infalible que el alza progresiva de las acciones de estos bancos".

Para los que somos ajenos a los conceptos económicos, podría parecer que hipotecarse es un mal negocio. Endeudarse, incluso al nivel de Estado, no es negativo en capitalismo, al contrario: "La deuda pública, o sea, la enajenación del Estado —absoluto, constitucional o republicano—, imprime su sello a la era capitalista. La única parte de la llamada riqueza nacional que entra real y verdaderamente en posesión colectiva de los pueblos modernos es la deuda pública. Por eso es perfectamente consecuente esa teoría moderna, según la cual un pueblo es tanto más rico cuanto más se carga de deudas". De hecho, en la actualidad, por delante de España se encuentran entre los países que más deuda pública poseen significativas economías como EEUU o Japón. 

La clave de esa permisividad del endeudamiento, que en la lógica simple debería considerarse un proceso poco recomendable, está en la manera en que esos capitales prestados son cubiertos, a través del sistema tributario, que tiende a encarecer principalmente los productos de primera necesidad: "Como la deuda pública tiene que ser respaldada por los ingresos del Estado, que han de cubrir los intereses y demás pagos anuales, el sistema de los empréstitos públicos tenía que ser forzosamente el complemento del moderno sistema tributario. Los empréstitos permiten a los gobiernos hacer frente a gastos extraordinarios sin que el contribuyente se dé cuenta de momento, pero provocan, a la larga, un recargo en los tributos. A su vez, el recargo de impuestos que trae consigo la acumulación de las deudas contraídas sucesivamente obliga al Gobierno a emitir nuevos empréstitos, en cuanto se presentan nuevos gastos extraordinarios. El sistema fiscal moderno, que gira todo él en torno a los impuestos sobre los artículos de primera necesidad (y por tanto a su encarecimiento) lleva en sí mismo, como se ve, el resorte propulsor de su progresión automática. El excesivo gravamen impositivo no es un episodio pasajero, sino más bien un principio".




Acumulación y endeudamiento en la actualidad.

Llegados a este punto, nosotros que somos de natural curiosos, nos hacemos otra pregunta. Esto fue publicado por Marx en el año 1867. ¿Estará ya obsoleto o puede verse un reflejo en la sociedad actual? ¿Estamos seguros de que esto no es algo desfasado, dado que hoy día todo es muy complejo?

Marx termina este interesante capítulo XXIV con una referencia a la tendencia histórica de la acumulación capitalista. Lenin toma el relevo y aplica el método materialista y dialéctico marxiano para demostrar que el capitalismo pasa a una fase diferente, el imperialismo, en la que los grandes capitales se concentran y dan lugar a monopolios a partir de finales del siglo XIX. Unas cuantas empresas monopolizan los sectores económicos más importantes. Los bancos manejan cantidades tan enormes de capital financiero que se vuelven imprescindibles para la economía de los gobiernos. Ya no quedan colonias por descubrir, el mundo está repartido, así que las grandes potencias disputan entre ellas por el control de los recursos.

Tras la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos adquieren el papel dominante y se decide el nuevo orden económico mundial en los acuerdos de Bretton Woods, que establece la creación del Fondo Monetario Internacional, y del dólar estadounidense como moneda de referencia internacional.

Este proceso de expansión y acumulación capitalista llevó a que los grandes bancos mundiales lograran colocar en los países en desarrollo grandes capitales a bajo tipos de interés. Pero los tipos de interés eran varia­bles y la deuda crecía tras los ciclos de crisis, como la del petróleo. Tal y como indica Marx, la deuda genera más deuda.

En las décadas de los 80 y 90 las deudas de los países se multiplica por 10. La tendencia es creciente hasta la fecha.  El incremento del desempleo y la incapacidad de las medidas keynesianas para enfrentar la crisis condujeron a que las clases dominantes se decidieran a recuperar el terreno perdido, mediante el neoliberalismo: privatizaciones, aumento de la globalización, liberalización de los mercados de bienes y servicios o  flexibilización de los mercados de trabajo son las consecuencias neoliberales.

El endeudamiento sigue creciendo. La clave en los últimos años está en el trasvase de los llamados "activos tóxicos" a la deuda pública. Las ayudas a la banca endosan a las administraciones públicas los costes asociados a los activos tóxicos. Así, son las clases populares quienes pagan la factura mediante recortes en salarios, en servicios públicos o en las pensiones. 


La deuda y la acumulación en la Unión Europea.

Llegados a este punto, nuestra perspicacia nos puede hacer pensar que, bueno, esto es porque el sistema en el que vivimos es el menos malo y que las peores consecuencias se las llevan los pobres cubanos o venezolanos, que osaron sacar los pies del plato, o los bolivianos que se empeñan en no votar como quiere EEUU, no nosotros que somos europeos y tenemos una moneda común y libertad de circulación y fondos para repartir entre los países miembros. ¡Esto es Europa, no una colonia del siglo XVII!  

Me temo que la realidad nos puede dar un disgusto. En los años 80, la adhesión a la UE de los miembros de Europa del sur estuvo acompañada de una considerable desindustrialización. La industria de España se redujo significativamente por su incorporación a la UE. Esta forma de reordenar el sistema productivo español respondía a los intereses de los países industriales exportadores más poderosos, como Alemania. La economía en España se destinó al sector inmobiliario y al turismo. Esta tendencia se incrementó además por la sobrevaloración de la peseta que, debido al descenso de los precios de las importaciones, debilitó el mercado doméstico.

Por tanto, es correcto afirmar que la incorporación de los países del sur a la UE trajo consigo un modelo de desarrollo desigual. Entidades como la famosa Troika obligaron a los gobiernos de los países más endeudados a cumplir estrictas medidas de austeridad. Ni siquiera importantes movimientos políticos como Syriza en Grecia, que acabó siendo vendida a trozos, pudieron oponerse a las restricciones o los recortes, en un vano intento por salir de la situación actuando desde dentro de las instituciones ya existentes.



Características macroeconómicas de la deuda.

Como hemos visto (y hemos observado que Marx describió hace siglo y medio), el proceso de deuda externa forma parte del paisaje natural del capitalismo; el hecho de que una nación se endeude con otra y obtenga créditos está dentro de las prácticas económicas habituales. 

El problema llega cuando el país deudor ya no está en situación de pagar los intereses en los plazos prefijados, es decir, cuando un país ha agotado sus existencias de reservas externas y no recibe ningún tipo de importación de capital. Para los países acreedores, es imprescindible que los créditos obtenidos deban producir intereses, lo que significa que el país deudor otorga a los acreedores extranjeros el derecho sobre unos beneficios futuros, obtenida en el proceso productivo interno, que como es lógico satisfaga los intereses pactados.

Es decir, a los países acreedores les interesa mucho que se produzca un crecimiento económico suficiente para poder superar la satisfacción de las deudas externas sin pérdidas de bienestar material (al menos el mínimo que le permita producir) en el país deudor.

En esto consiste lo que los expertos consideran las condiciones de éxito de un proceso de endeudamiento. Para que un proceso de endeudamiento externo no acabe en una crisis, se consideran una serie de criterios.

El criterio de transformación hace referencia a que los créditos no deben emplearse para aumentar el consumo interno, sino que deben transformarse en inversiones nacionales productoras de ingresos, de manera que la balanza aumente por la parte de ingresos a través del PIB y se reduzca en el consumo, especialmente el público.

Otros criterios como el criterio de eficiencia indica que las inversiones financiadas con recursos ajenos deben reflejar una rentabilidad superior al tipo de interés real internacional, para que se autofinancie el servicio de la deuda (pueda seguir la tendencia en un ciclo continuo de endeudamiento) y el criterio de transferencia que obedece a que el capital importado se debe invertir de tal forma que se obtengan productos competitivos en el mercado mundial. 

Como vemos, un proceso de endeudamiento es considerado exitoso, en palabras llanas, si no termina asfixiando al país endeudado sino que le permite mantenerse activo de modo que la rueda del capital financiero siga circulando, si permite perpetuar el modelo y, en especial, si transforma el modelo productivo de modo que sea beneficioso para los países que prestan el capital, esto es, reduciendo el gasto de los países impulsados con los préstamos y aumentando su capacidad productora en género que sea comercialmente atractivo para los inversores. 

Este aparente contrasentido explicaría las actuaciones a veces sorprendentes de los organismos internacionales, como el reciente anuncio del Fondo Monetario Internacional que pedía a los gobiernos el aumento de los impuestos a las grandes empresas para ayudar el gasto público, o la condescendencia por parte de los sectores neoliberales a las medidas de ayuda social como los ERTES o los ingresos mínimos. 



El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. España puede.

En el escenario que ha planteado la pandemia producida por el covid-19  (cuya aparición ha desnudado todas las vergüenzas del sistema capitalista, como son su incapacidad de plantear una respuesta a corto o medio plazo a una crisis sanitaria sobrevenida dado su carácter caótico y dependiente de la respuesta de los mercados, y ha puesto en evidencia la superioridad de los sistemas que posean cierta planificación económica, así como la necesidad de sistemas públicos sanitarios), la Unión Europea debía responder con prontitud, puesto que el enfrentamiento mencionado al inicio de esta entrada entre los países miembros dejaba a la luz su carácter puramente comercial y nula empatía social.

Tras unos meses de negociaciones, finalmente se llegaba al acuerdo, que responde al rimbombante nombre de Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, nombre que no deja de ser bastante significativo como veremos al fin.

El presidente Sánchez, que unas semanas antes ya había hecho referencia a la necesidad de un nuevo "plan Marshall", en palabras literales, anunciaba con sus socios de gobierno el plan con la promesa de la creación de miles de empleos (800 mil) y la modernización de la economía española

El acuerdo es considerado tan memorable que fue lanzado con el sobrenombre Next Generation UE, (a nivel local, España puede) y moviliza una inyección de 140.000 millones en fondos europeos para España (de un total de 750.000 millones para todos los países miembros), lo que supone un buen pellizco del pastel para nuestro país. La novedad del plan está en su volumen y en que el dinero procede de una masiva emisión de deuda conjunta por parte de la Comisión Europea. Los Estados miembros se endeudarán de forma conjunta y a un alto nivel.

Las líneas generales del plan serían la modernización del tejido productivo, la transformación tecnológica y digital y el desarrollo de una serie de medidas o palancas que deben proyectar la economía (fundamentalmente desarrollo de infraestructuras, impulso del turismo, ayudas al empleo y despliegue del Ingreso Mínimo Vital, modernización del sistema fiscal), todo ello cruzado por cuatro ejes transversales: la transición ecológica, la transformación digital, la igualdad de género y la cohesión social y territorial.

En general, un plan que parece muy atractivo. La pregunta capciosa de rigor sería  ¿de dónde saldrá el dinero? 

La respuesta que nos ofrecen es que saldrá de todos. Es decir, el dinero que llegue a España no será dinero prestado por los frugales. Será dinero europeo obtenido con la emisión conjunta de deuda

Los gobiernos deberán enviar a Bruselas un Plan Nacional de Reformas en las que se detallen las inversiones y reformas a realizar. Esos planes están condicionados, deben seguir las recomendaciones específicas por país (CSR, por sus siglas en inglés) a instancias de la Comisión Europea. 

Además, existe el llamado ‘freno de emergencia‘, medida incluida para frenar las inquietudes de los países frugales. Ese freno de emergencia se activa cuando un Estado miembro considera que algún país no está cumpliendo los objetivos. Con este mecanismo la Comisión Europea puede analizar el destino de las inversiones realizadas y la forma en que se recuperarán las cantidades prestadas (en otras palabras, que se cumplan los criterios de transformación y eficiencia antes explicados, para que resulte beneficioso a los acreedores).



Conclusiones, análisis del plan desde la perspectiva de la acumulación.

Antes de entrar en las características particulares del plan, el acuerdo tiene dos matices en lo general que no dejan de ser muy llamativos:

a) la UE como institución ya había quedado al desnudo antes de la pandemia y el virus sólo ha constatado la necesidad de superar un organismo cuya misión es la de sostener como sea un sistema económico caótico y profundamente desigual, que está alineado con el imperialismo norteamericano y tras su supuesta labor social esconde las bases militares que prolongan la supremacía americana, muy tocada por el auge de China. La UE no es reformable ni hay indicios que justifiquen ahora las maniobras de reanimación de una institución colapsada, por mucho temor que se tenga a la pandemia.

b)  la economía política pone de nuevo de manifiesto que el capitalismo considera a las sociedades, al ser humano y a la naturaleza, un puro negocio para el beneficio de unos pocos elegidos. Así como se analizan los sistemas sanitarios como si se tratase de empresas (cuando obviamente la salud no es un producto que permita obtener beneficios, ni es mensurable la salud de un pueblo), del mismo modo se valoran los procesos económicos en función del beneficio que produzcan y del movimiento favorable a los intereses de una oligarquía en los mercados; en absoluto se tiene en cuenta que tras esos procesos se encuentran seres humanos, si no es para que produzcan y sean rentables.


En cuanto a las características particulares del plan, como hemos dicho el propio nombre, plan de recuperación, transformación y resiliencia, nos da pistas de su naturaleza:


1. Recuperación: Si observamos la situación desde la perspectiva neoliberal, el sistema ha estado a punto de derrumbarse tras la primera oleada de la pandemia. En principio se comprobó que el confinamiento era una medida acertada para frenar los contagios. Pero esto dificultaba la economía, en especial en un país como el nuestro, dependiente de la hostelería y el turismo, así que la "nueva normalidad" nos llevó a una realidad similar a la anterior pero con mascarillas, distancia social y el riesgo permanente de engrosar los ingresos en las unidades de cuidados intensivos.

Una segunda oleada acabaría tumbando el sistema. De ahí la necesidad de imponer un plan de choque, que respondería al primer término del plan, la recuperación. 

Los países frugales probablemente nunca habrán estado en contra de un nuevo endeudamiento, aunque sea conjunto. Sus objeciones posiblemente se hayan producido por las cantidades destinadas a la deuda pública o al interés en que devolverán las cantidades. Pero ni a Holanda ni a Alemania ni a ninguno de los países desarrollados les incomoda el plan. Al contrario, como hemos visto, les interesa prolongar el proceso de deuda, mucho más en un contexto de moneda única en el que no tendrán el problema de exportadores más competitivos.  La economía holandesa podrá seguir siendo frugal (consumirá menos de lo producido) a costa del esfuerzo de los países del sur. 

Por su parte, la Alemania de Merkel ha comprendido, como cualquier neoliberal que tenga dos dedos de frente, que ante una crisis como la que se presenta, es conveniente que el aparato de la UE no se desmorone y que, por tanto, era preciso sostener a los países del sur. Eso explica su papel de intermediario amistoso junto con Macron. La comunidad -económica- europea necesitaba de los consumidores sureños para seguir viviendo.

2. Transformación: la teórica transformación del sistema productivo no ha tardado en manifestar una curiosa noticia en esta misma semana. Inditex, la empresa del destacado multimillonario Amancio Ortega (a quien al parecer Amazon rendirá pleitesía con una serie dedicada a su vida) solicitará 100 millones de los fondos europeos para crear una nueva sede en Galicia. Eso sí, la sede será ecoeficiente, sostenible, tecnológica y todos los aditamentos requeridos para ser admisible por los tiempos modernos.

No es la única empresa con ingresos millonarios que solicita acogerse a los fondos. El pasado día 15 de octubre era la fecha en que se abría la posibilidad para que España presentara su borrador del plan de recuperación acordado con la UE y las empresas han presentado ya un millar de proyectos, entre los cuales figuran planes de la propia Inditex, de Endesa, Iberdrola o Ferrovial.

Sólo Inditex registró un beneficio neto de 3.639 millones de euros en su año fiscal 2019-2020, con un incremento del 6% respecto al ejercicio anterior. 

Por su parte, Adif, la empresa de infraestructuras ferroviarias que permanece en sospecha por la participación en los contratos investigados en Suiza por parte del rey emérito, comunicó que la compañía tiene proyectos en cartera ya avanzados que suponen un total de 14.000 millones de euros. Eso sí, enfocados en la reducción de las emisiones y a la digitalización.

Endesa, conocida puerta giratoria de personalidades como Aznar, Elena Salgado o Luis de Guindos, ha planteado hasta 19.000 millones de euros de gasto para el uso de los fondos de la UE con un total de hasta 110 proyectos.

Con esta carta de presentación, que esperemos se encuentre la objeción del gobierno actual, que se precia de progresista, se antoja complicado que se cumplan las metas planteadas de transformación y renovación del tejido productivo. 

La promesa del Ejecutivo incluye los mencionados 800.000 empleos en su legislatura. La cuestión será saber: ¿Qué tipo de empleos? ¿Estarán encuadrados dentro de la legislación actual o no se derogarán las reformas laborales? ¿Permitirán los países frugales que España trate de escapar de su papel colonial de sede turística y hostelera con mano de obra barata? ¿Mejorarán las condiciones del sector agrícola tan castigado en los últimos años? ¿Permitirá la bancocracia nacional que el conjunto de inmuebles que ostenta como posesiones tóxicas rebaje el precio del alquiler y de la venta de viviendas?

3. Resiliencia: este término, que tiene visos de ser la palabra de moda en esta temporada, hace referencia a la capacidad para adaptarse con resultados positivos a una situación traumática. 

Llámenme mal pensado pero me resulta inevitable pensar que es un eufemismo que esconde la intención de averiguar hasta qué punto es capaz la clase trabajadora española de soportar la sobreexplotación. ¿O debemos pensar que la capacidad de resistencia que se ponga a prueba será la de los propietarios de grandes empresas y las grandes fortunas?

Las ayudas europeas a las empresas españolas serán en su mayoría en forma de préstamos (las transferencias a fondo perdido no pasarán de los 33.000 millones de euros) lo que supondrá una carga sobre la hacienda española. El Gobierno había planteado la posibilidad de una reforma fiscal que aumentara los impuestos a las rentas más altas, pero esta reforma ha quedado aparcada para más adelante, bajo la excusa del presidente Sánchez en que este momento es para invertir y sostener las empresas competitivas

En cambio, sí se han presentado ya propuestas sobre servicios digitales,  conocido como tasas ‘Google’ y otros relacionados con la fiscalidad medioambiental, en línea con las recomendaciones de la Comisión Europea, como la creación del impuesto sobre envases de plástico de un solo uso, y el incremento del IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas del 10% al 21%. 

Otro aspecto que el FMI ha pedido a España es un paquete de reformas de las pensiones y el ajuste de variables para que se produzca el deseado incremento de las pensiones con el IPC. El asunto de las pensiones es un deseo recurrente de los organismos europeos con respecto a España, país que ostenta una de las poblaciones más envejecidas del mundo.

Una reciente polémica sobre el precio de las mascarillas en España, superior al de otros países, desveló que una directiva europea de 2006 impide a España bajar el IVA unilateralmente a las mascarillas, pues el Tribunal Europeo en una sentencia de 2013 prohibió a España bajar al 10% el IVA del material sanitario.

España es uno de los países europeos más afectados por la pandemia. Hasta la fecha, la UE no ha tenido inconveniente en que se haya reiniciado la actividad turística y hostelera en nuestro país, se han producido viajes comunitarios, pese a que nuestro sistema sanitario acarrea ya años de recortes y privatizaciones. La población vive en muchos casos hacinada en viviendas en las que no se dispone de espacio para realizar aislamientos cuando son necesarios.

Nada se habla ya en España sobre la cuestión de la deuda, ni sobre el rescate a la banca. Hace unas semanas, la Audiencia Nacional absolvía a Rodrigo Rato y a los demás acusados por la estafa en bolsa de Bankia. 

¿Debemos suponer que también la UE será sometida a la prueba de resiliencia de permitir el cambio de los países del sur hacia un modelo productivo que rompa su papel de colonias turísticas y agrícolas de los países nórdicos y más desarrollados?

Si la violencia en los periodos descritos por Marx en los que se acumulaba el capital de manera originaria o por Lenin en el origen del imperialismo eran visibles por el ruido de espadas y mosquetones, hoy en día la violencia necesaria para crear la acumulación de capital no se aprecia ni produce aparentemente ríos de sangre. La violencia es más sutil. O quizás nosotros estamos adormecidos por el exceso informativo de la época en que vivimos. La violencia está en los trabajadores obligados a usar el transporte público y a enfrentarse al virus sin las medidas necesarias, en los sanitarios explotados con la excusa del heroísmo, en los ancianos abandonados en las residencias, en los colegios con aulas saturadas y sin medios de prevención, en el desamparo de los usuarios a los que las recortadas plantillas de los centros de salud no puede atender.

Entonces como ahora, la violencia trae al mundo las reformas que son necesarias. "Si el dinero «nace con manchas naturales de sangre en un carrillo», el capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies hasta la cabeza"